Torra pospone 'sine die' el adelanto electoral

Meritxell Budó asegura que el Govern no prevé ninguna fecha electoral

Meritxell Budó asegura que el Govern no prevé ninguna fecha electoral. / periodico

Xabi Barrena

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El 29 de enero, 45 días antes del inicio de la era de la pandemia, Quim Torra anunció que Catalunya iba a ir a elecciones. El motivo no era otro que el cisma permanente en que vivía un Executiu dividido en dos mitades perfectas entre la posconvergencia y ERC. Torra, a regañadientes, porque su primera intención era convocar de inmediato tras sentirse agraviado por la retirada de su acta de diputado, finalmente accedió a posponer la comunicación de la fecha electoral hasta que se hubieran aprobado los presupuestos. Ya hace siete semanas que las cuentas aparecieron en el DOGC y en el horizonte aun no se atisba ninguna cita con las urnas.

La rueda de prensa del Govern de este martes no ofreció ninguna novedad respecto al frontón en que se ha convertido el Executiu, especialmente la parte de Junts per Catalunya. La portavoz, Meritxell Budó, repitió una y oytra vez que no hay ninguna previsión para la celebración de las elecciones y que su convocatoria es atribución exclusiva del ‘president’. Es decir, adelanto electoral aplazado 'sine die'.

El ruego de la secretaria general adjunta de ERC, de celebrar una reunión para hallar un consenso que impida que sea el Tribunal Supremo, cuando falle sobre el recurso de Quim Torra a su inhabilitación fijada por el TSJC, cayó también en saco roto. “Es una propuesta de partido que tiene su acomodo en el diálogo entre fuerzas, el Govern no interviene”.

Sin consultas en Salut

La portavoz no cejó en su empeño de subrayar lo excepcional de la situación, a nivel sanitario, económico y social. Sin embargo, su compañera de Govern, la titular de Salut, Alba Vergès, respondió a preguntas de los medios que el ‘president’ ni tan siquiera había preguntado a su departamento sobre qué parámetros técnicos se precisan para llevar a cabo unas elecciones en Catalunya. Vergès sí insinuó que, mientras se mantenga la distancia social de metro y medio y se limpien las superficies, por ejemplo las mesas electorales, una jornada electoral podría celebrarse en la fase 2 de desconfinamiento.

Fuentes de ERC, sin embargo, afirman ser conscientes de que esta, la posibilidad técnica, no es la cuestión. “Si la gestión de la pandemia les estuviera dando buenos datos demoscópicos, seguro que ya estarían fijando fechas alrededor del 1 de octubre. ¿Alguien se cree que JxCat convocará con malas encuestas?”. Como es obvio, la posconvergencia acusa exactamente de lo mismo, de electoralismo, a sus socios. Es decir, de pensar solo en ganar las elecciones aun cuando la situación social y económica se antoje dantesca en un futuro inmediato.

Dardo del socio

La mitad de JxCat, es decir, el PDECat, no dejó pasar la oportunidad el lunes de sumarse a las voces que reclaman y apoyan una comisión de investigación que estudie la tragedia sucedida en las residencias de la tercera edad. Y es que la pandemia no ha hecho sino que empeorar las relaciones ya de por sí malas entre ambos espacios políticos.

Unas residencias que, por cierto y según explicó Vergès, han sido ya testeadas en un 91%, lo que incluye a 66.000 residentes y 4.000 miembros del personal de atención. Además, el Govern aprobó este martes un decreto por el que el historial de los residentes se fusionará con su historial clínico para mejorar la atención sanitaria.