De 'España nos roba' a 'España es muerte'

La expresión "España es paro y muerte, Catalunya, vida y futuro" da pie a varios análisis. El comunicativo, el político, el sociológico y, por supuesto, el psicológico. En primer lugar, conviene asociar la expresión citada –cuyo autor es el presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, Joan Canadell– con otras muestras similares, como la de la portavoz del Govern, Meritxell Budó, aseverando la semana pasada en Ràdio 4 que en una Catalunya independiente probablemente hubiera habido menos muertes y menos infectados por el covid-19. O el ‘conseller’ de Interior, Miquel Buch, que consideró que había una intencionalidad política en el envío del Gobierno de 1.714.000 mascarillas para Catalunya.

¿Qué hay detrás de todo ello? Según un destacado independentista, que ocupó altos cargos en uno de los partidos clave de este espacio, se trata del espacio de los "freaks" que siempre ha existido en el independentismo. Se trata de un análisis quizás superficial. Veamos otros. En el espacio de la CUP, algunas voces consideran un error este tipo de mensajes y recuerdan que "[el ‘expresident’, Artur] Mas fue quien descabezó el sistema sanitario catalán".

Marçal Sintes, periodista y profesor de la universidad Blanquerna-URL, buen conocedor del espacio soberanista, es incapaz de hallar un sustrato: "Son un tipo de frases que, no solo no ayudan, sino que claramente dañan al independentismo y, de rebote, a los catalanes y a Catalunya. Confieso que soy incapaz de entender cuál es la finalidad de este tipo de mensajes. Lamentable", apunta.

Debilidad argumental

El politólogo Lluís Orriols busca el ángulo sociológico. "Se trata de intentar convencer de que los catalanes tienen preferencias diferentes, que habrían hecho cosas distintas porque son una minoría sistemática. Es una forma de reforzar la estrategia nacionalista. La ejecución es un poco forzada, por tanto, como no hay verosimilitud, hace que tenga fisuras tanto en la parte discursiva como dentro del propio movimiento. Es una cuestión de debilidad argumental", expone, y subraya que "la simplificación del mensaje no ha sido eficaz porque no ha calado en un sustrato latente".

Como afirma Orriols, lo único cierto son las (enésimas) fisuras que estas frases han generado en el independentismo. ERC las ha censurado públicamente de forma rotunda. Queda pendiente el ángulo psicológico de la cuestión.