Polémica por el anuncio de Sánchez de 14.000 millones para las autonomías

La sexta reunión entre Pedro Sánchez y los presidentes autonómicos concluyó con polémica. El jefe del Ejecutivo anunció una inyección de 14.000 millones de euros a las comunidades autónomas para hacer frente a la crisis del coronavirus. Una noticia que, aunque bien recibida por los líderes territoriales, dejó descontento a más de uno. Entre los más críticos se encontró el 'president' de la Generalitat, Quim Torra, que apuntó que "no es un extra de liquidez; es lo que ya estaba previsto para la financiación". En concreto, 5.500 millones de esta cantidad provienen del adelanto de la liquidación del año 2018, y el resto de un aumento de la financiación ya pactado, según informaron a Europa Press fuentes autonómicas.

Los presidentes autonómicos del PP tampoco se quedaron atrás y reprocharon a Sánchez el tratar de vender una partida económica que ya estaba programada como una novedad. El presidente de Galícia, Alberto Núñez Feijóo, apuntó que no había "nada nuevo" en estos 14.000 millones de euros y sus homólogos en Andalucía y en Castilla y León, Juanma Moreno y Alfonso Fernández Mañueco, respectivamente, defendieron que "no tiene nada de extraordinario". Además, exigieron la convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera para discutir sobre el sistema de financiación.

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A las críticas, el ministro de Transporte y Movilidad, José Luis Ábalos, respondió que los 14.000 millones de euros supondrán un "extra de liquidez" en la economía de las comunidades autónomas, muy castigada por la crisis del coronavirus. Aunque sí matizó que algunas de las "contribuciones y aportaciones tienen que ver con el adelantando de algunos ingresos". Pese a esto, defendió que "la aportación extra y extraordinaria es la anticipación y la atención [del Gobierno] en un momento en el que las comunidades autónomas  plantean un problema de liquidez".

Vuelta a la normalidad

Sobre la mesa también estuvo la propuesta del Ejecutivo de ampliar el estado de alarma hasta el 9 de mayo, aunque con medidas más laxas que permitan la salida de casa a los más pequeños. El proceso de desescalada del distanciamiento social produjo un intenso debate en el que los presidentes autonómicos exigieron tener "poder de decisión".

Tras quedar claro que el desconfinamiento no se llevará a cabo de manera unánime en todo el país, sino que se podrá hacer por localidades, provincias o autonomías, varios líderes territoriales pidieron dirigir esa vuelta progresiva a la normalidad argumentando que disponen de datos concretos que les permitirían recorrer este camino sin peligro. Así, comunidades como Catalunya, Baleares, Canarias, Cantabria aseguraron que ya están preparando planes para aliviar las restricciones.

Otra petición fue la puesta en marcha de un plan nacional que rescate al sector turístico. Algo en lo que el Ejecutivo ya está trabajando, aseguró Ábalos.