Sánchez suma presión al PP tras el aval de los minoritarios

Pedro Sánchez logró este jueves que los partidos minoritarios se sumen al diálogo para poner en marcha una mesa de reconstrucción social y económica la semana que viene. Es solo un primer paso, pero también un espaldarazo con el que consigue imprimir cierta presión al PP, que continúa sin aclarar si participará en este proyecto y sin concretar cuándo está dispuesto Pablo Casado a reunirse con el presidente para abordar la posibilidad de tejer un acuerdo de país que permita a España salir de la crisis con la mayor rapidez y fortaleza posible. 

El Gobierno podría intentar poner en marcha la mesa de reconstrucción con los mismos apoyos con los que consiguió la investidura de Sánchez en enero, pero entiende que la ocasión es tan dramática que la participación del PP resulta especialmente necesaria. "Estamos todavía pendientes de concretar ese momento, esa fecha. Esperamos que se haga a la mayor brevedad posible. Toda nuestra disposición para que acudan a esta reunión y a la mesa de reconstrucción, porque el país no entendería que el principal partido de la oposición se autoexcluyera de esta mesa", urgió la portavoz y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la rueda de prensa de valoración de la primera ronda de contactos iniciada por Sánchez este jueves. "El diálogo será necesario sí o sí. Al Gobierno le gustaría contar con el concurso del PP", insistió, insinuando que si Casado no se suma a la mesa quedaría alineado con Vox, su gran adversario en la derecha, que ya ha adelantado que no cuenten con ellos para ningún acuerdo. 

En el mientras tanto, el presidente ha ido tejiendo otras complicidades, tratando de suavizar unas relaciones con el resto de partidos que también se han visto erosionadas por la gestión de la pandemia. La oposición le ha reprochado la unilateralidad en algunas medidas y la escasa comunicación con los partidos. Sánchez se esforzó por reconducir esas alianzas este jueves con un resultado postitivo. El aval de sus socios de Podemos se daba por descontado, pero también consiguió sumar a la mesa de reconstrucción a Ciudadanos (en pleno giro estratégico), PNV, JxCat, Más País, Compromís y, quizá, a un BNG que todavía alberga algunas dudas y concretará su posición en breve. "El pacto avanza, está cada vez más cerca", dijo Montero a última hora de la tarde.

Tres ejes de diálogo

La intención de Sánchez es que el diálogo para la reconstrucción se vertebre en tres ejes: la mesa de partidos, los territorios (autonomías y ayuntamientos) y agentes sociales (patronal y sindicatos). Desde esos tres vértices la idea es definir qué franjas de la población requieren ayudas, qué sectores económicos necesitan ser relanzados con estímulos económicos y cómo fortalecer el Estado del bienestar (sanidad, educación, dependencia). Las prioridades se incluirán, además, en los próximos Presupuestos Generales que elaborará el Gobierno, que serán ya los del 2021, apuntó Montero.

Dentro de la voluntad de remar en la misma dirección, los minoritarios expresaron al presidente prioridades distintas. La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, le confirmó su apoyo siempre que los acuerdos no sirvan para que Quim Torra y Pablo Iglesias "se salgan con la suya". Los portavoces de JxCat, Laura Borràs, y de PNV, Aitor Esteban, recordaron que sus partidos no apuestan por reforzar el estado de las autonomías, como propone Sánchez. Esteban advirtió de la tentación de "absorber competencias autonómicas y, en particular, el autogobierno de Euskadi". Torra concretó que llevarán su petición de independencia también a esa mesa.  

Íñigo Errejón le trasladó que ya hay mayoría para avanzar en el Parlamento para poner en marcha la reconstrucción, en referencia a las largas que da el PP.  También pidió que la solución incorpore la transición ecológica y una 'tasa Covid-19' para que las rentas más altas arrimen el hombro. Mañana, viernes, la ronda seguirá con ERC y Bildu.