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El Gobierno, en pleno desgaste, se prepara para alargar el confinamiento

Pedro Sánchez y Salvador Illa, reunidos en la comisión de seguimiento del coronavirus

Pedro Sánchez y Salvador Illa, reunidos en la comisión de seguimiento del coronavirus / periodico

Juan Ruiz Sierra / Iolanda Mármol

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No hay horizonte claro para el final del confinamiento, pero el Gobierno tiene asumido que la vuelta a la normalidad tardará en concretarse más de lo que se anunció en un primer momento. El Ejecutivo se prepara ya para extender lel estado de alarma, una decisión que Pedro Sánchez comunicará este sábado a la oposición y que tendrá que volver a ser aprobada la semana que viene por el Congreso de los Diputados. A la medida se le podría añadir la obligación de llevar mascarillas en la calle, algo que Sanidad apunta como "probable". Las novedades, durísimas para una población que lleva ya tres semanas encerrada, llegan además en un momento de debilidad creciente en la Moncloa. El nivel de rechazo al Gobierno se duplica en el último mes y pasa del 24% al 51%, según el último barómetro de Metroscopia.   [DIRECTO: toda la información sobre el coronavirus y el covid-19]

La erosión en la imagen de la coalición arrastra también a sus líderes, aunque Sánchez sigue siendo el dirigente mejor evaluado. Pasa de un nivel de aprobación en enero del 47% al 44%. Pablo Iglesias baja del 44% al 37%. En la oposición las bajadas son menos acentuadas. Pablo Casado pasa del 22% al 20%. Y las diferencias son significativas en las comunidades. Catalunya es, de lejos, la autonomía que peor califica la gestión gubernamental de la crisis del coronavirus. 

Consciente de la debilidad acumulada por el azote de la pandemia, los vaivenes y los errores,  Sánchez visitó este viernes una empresa en Móstoles (Madrid) reconvertida para fabricar respiradores, una de las grandes carencias sanitarias en hospitales saturados por el pico de contagios. Desde allí transmitió "un mensaje de fortaleza, de determinación" ante "la dureza de los datos". De los datos y del endurecimiento de medidas, puesto que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, anunció que el Ejecutivo baraja la obligatoriedad de emplear mascarillas en la calle. La decisión no está tomada pero es "probable", adelantó.

Desde que estalló esta crisis, ante las críticas por haber reaccionado tarde y no consultar las medidas con la oposición y las comunidades autónomas (sobre todo el parón de toda la actividad económica considerada no esencial), el Ejecutivo siempre se ha defendido argumentando que se limita a seguir las recomendaciones de los científicos. Y los expertos, a la luz de los datos, con el ritmo de contagios decreciendo pero no a un ritmo suficiente, apuntan a la necesidad de extender el estado de alarma, según fuentes de la Moncloa.

La idea es prorrogar el confinamiento hasta finales de abril. Por el camino, en función de la evolución de los contagios y de la situación hospitalaria, habría algunas medidas de deshielo, con cuentagotas, que permitirían lanzar el mensaje de que se está ganando esta "guerra", de que hay luz al final del túnel. Por ejemplo, que los niños puedan salir a la calle a dar un pequeño paseo (como en Italia, Francia y muchos otros países del entorno europeo), algo que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, apuntó el jueves como posibilidad.

Cita parlamentaria

La extensión del confinamiento, en cualquier caso, tendrá que ser validada por el Congreso de los Diputados, como ya ocurrió con la primera prórroga, el pasado 24 de marzo. La brecha entre el Gobierno y la oposición ha ido a más en los últimos días. No solo con los partidos de la derecha española, sino también con los socios de Sánchez en la investidura, como el PNV y ERC.

Pero el Ejecutivo cree que no tendrá problemas en sacar adelante el alargamiento del estado de alarma, ya que es una medida compartida por la sociedad, que en poco tiempo ha asumido la necesidad de estas medidas radicales y está cumpliendo con ellas, y la mayoría de los grupos no pueden exponerse a votar en contra. Aun así, para intentar rebajar la tensión política, Sánchez llamará el sábado a los portavoces parlamentarios. Después, el Consejo de Ministros solicitará la prórroga, que en principio será votada en la Cámara baja el próximo miércoles o jueves, según fuentes parlamentarias. Tras el visto bueno, un nuevo Consejo de Ministros deberá aprobar la extensión del confinamiento, que continuará como mínimo hasta el 26 de abril.

La Moncloa lleva días preparando el terreno para dar este paso. El pasado martes, la portavoz del Ejecutivo y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, señaló que la decisión se tomaría en los próximos "días". La vuelta a la "normalidad", continuó, "se hará de forma progresiva". Los expertos, en este sentido, defienden que cuando se levante el confinamiento, restaurantes, cines, teatros y eventos deportivos deben continuar cerrados durante un tiempo, para evitar un rebrote del virus.

"El Gobierno se plantea todas las posibilidades. El presidente tomará la decisión en los próximos días tras oír a los expertos", dijo el jueves en TVE el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Y este viernes, en la Cadena Ser, la titular de Trabajo, Yolanda Díaz, ha incidido en la misma idea: "Sánchez decidirá si amplia el estado de alarma en función del criterio de las autoridades sanitarias". El anuncio está al caer.

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