LA POSCONVERGENCIA

El País de Demà apoyará la creación de un partido centrista

Antoni Garrell, portavoz de El País de Demà

Antoni Garrell, portavoz de El País de Demà / EUROPA PRESS

Fidel Masreal

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El grupo de exdirigentes de Convergència, empresarios, profesionales y algún afín al PSC, organizados como El país de demà, ha confirmado su paso a la política apoyando la creación de un partido que responde a sus objetivos:soberanismo dentro de la ley y centrismo ideológico.Así lo certificó una reunión en Barcelona que dará paso al impulso de una candidatura para la que ya existen algunos nombres sugeridos pero que todavía no tiene calendario de irrupción conocido. Lo que sí es claro es la tendencia ideológica de este nuevo espacio: un espacio de moderación lejos de la izquierda clásica y de la derecha más conservadora.

En el documento analizado por los integrantes de la plataforma existen pistas ideológicas. En materia de impuestos, por ejemplo, lejos de sugerir un aumento de la presión fiscal a las rentas más altas, apuestan por «crear un entorno competitivo a nivel fiscal para crear y atraer empresas» y reducir «trabas burocráticas», con el objetivo de atraer talento. Al mismo tiempo, priorizan la innovación y el I+D sin descartar «la implementación de la renta mínima universal». El documento pasa de puntillas sobre cuestiones clave como el futuro de las pensiones o la reforma laboral del PP. Defiende la mejora del Estado del bienestar y también la colaboración público-privada. Y en vivienda apuestan por la «regulación e inversión pública» para el alquiler y la rehabilitación.

En el terreno del ‘procés’, críticas a la estrategia unilateral, defensa del referéndum acordado y de una posible reforma constitucional para lograr un nuevo entendimiento «de conveniencia» con el Estado.

El país de demà ha abierto la puerta a acuerdos con Units per Avançar -formado por exdirigentes de la extinta Unió- pero insistiendo en que será el nuevo partido el que defina estas alianzas. La apuesta de este think tank centrista, insisten, pasa por el largo plazo. Asumen que la vía electoral no les reportará un gran resultado y prefieren insistir en debates como el de la innovación y la revolución tecnológica. Pero políticamente su futuro pasará, sin duda, por su capacidad o no de atraer a votantes y militantes de la posconvergencia críticos con la estrategia de Puigdemont e intentar pescar también en el terreno del catalanismo progresista.