NUEVA HOJA DE RUTA

La ANC admite que ha perdido centralidad pero insiste en la DUI

Elisenda Paluzie, presidenta de la ANC.

Elisenda Paluzie, presidenta de la ANC. / periodico

Júlia Regué

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La ANC ya ha publicado la hoja de ruta 2020-2021 que someterá a votación en la asamblea general ordinaria del 22 de marzo con la previa disección de enmiendas que preparan las territoriales. La vía unilateral sigue siendo la apuesta principal de la entidad, que insiste en que si el independentismo supera el 50% de los votos en unas elecciones catalanas, el Govern que surja de las urnas tiene encomendada la culminación del ‘procés’. Por eso, pide que las elecciones que debe convocar el ‘president’ Quim Torra se conviertan en un "plebiscito unilateral" que se asemeje al 1-O. Ahora bien, rebajan el tono y no fijan plazos para la independencia ni lanzan ultimátums al Ejecutivo que salga de las urnas como sí hicieron en anteriores ocasiones.

Dos años después del 1-O, diagnostican que "se ha evidenciado que el liderazgo político del movimiento independentista no estaba preparado para la ruptura" y reconocen que "falló estrepitosamente" la expectativa de que el referéndum forzaría una negociación con el Estado.

"La respuesta no puede ser ni seguir haciendo creer que el diálogo con el Estado nos llevará a la independencia, ni hacer un discurso de unilateralidad únicamente retórico", lanzan a los grupos independentistas, a quienes ven sumidos en una "lucha por la hegemonía autonómica".

La ANC duda del recorrido de la mesa de diálogo entre gobiernos aún por estrenar, porque descarta que el Gobierno ofrezca "un referéndum binario y pactado sobre la independencia". 

Pese a considerar que sin su existencia "el independentismo estaría vencido", reconocen que han perdido centralidad: "La ANC tendrá que luchar para volver a ocupar el espacio central del debate político público y evitar que se nos coloque en una posición radicalizada para deslegitimizarnos". El documento admite que ha habido trifulca interna por haber aceptado planteamientos "de carácter discursivo y organizativo" en pro de una estrategia unitaria, algo que varios socios leyeron como "una pérdida de autonomía o influencia política de la entidad". 

"El papel de la Assemblea se hace más difícil en los momentos de menos unidad entre los partidos políticos independentistas, cuando la competencia electoral domina su actuación", apuntan en el texto y llama a "evitar el riesgo de ser marginada o capturada por estos mismos partidos".

La entidad presidida por Elisenda Paluzie acepta que el "principal objetivo" de la hoja de ruta del año anterior, la unidad estratégica, no se ha logrado y apunta que las reuniones entre partidos y entidades soberanistas sólo han servido para organizar las movilizaciones que protagonizaron durante el juicio del ‘procés’ y como reacción a la sentencia del Supremo. 

Para prevenir esta situación, se emplazan a tener una posición que la hará "más crítica" pero a la vez pretenden "evitar contribuir a la confrontación entre las filas independentistas". 

Unas aseveraciones que, paradójicamente, chocan con su intención de "<strong>apoyar solo a los partidos que asuman explícitamente</strong>" la unilateralidad y de "denunciar públicamente" aquellos que, pese a haberse comprometido a defender la ruptura por esta vía, "lo incumplan". 

Volver a liderar

"Si tenemos claro que los caminos seguidos hasta ahora no nos llevan a la independencia y que nuestra vocación como entidad no es ganar elecciones, tenemos que dar un paso adelante y volver a liderar el proceso social independentista. Liderar no quiere decir hacerlo electoralmente, pero nuestro liderazgo tiene que llevar a cambiar los mensajes o los liderazgos políticos actuales", indica la hoja de ruta, y pide convertir las elecciones que prevé convocar el ‘president’ Quim Torra en un "plebiscito unilateral".

Por otra parte, se conjuran para la creación de un think tank y una Taula Social per la Independència para debatir el futuro del ‘procés’. 

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