ELECCIONES AUTONÓMICAS

Urkullu y Feijóo huyen del 'ruido catalán' y convocan para el 5-A

El lendakari, Íñigo Urkullu, convoca elecciones para el 5 de abril

El lendakari, Íñigo Urkullu, ante los medios de comunicación. / periodico

Xabi Barrena

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Euskadi Galicia irán a las urnas el próximo 5 de abril, Domingo de Ramos. La perspectiva de que las turbulencias catalanas, con unas elecciones aun por fijar fecha, pero que se celebrarán en los próximos meses, puedan distorsionar las dinámicas políticas internas en ambas comunidades históricas han aconsejado a sus presidentes buscar refugio en un mes de abril que quedará, seguro, al margen de la contienda electoral catalana. El lendakari Iñigo Urkullu, que fue el primero en anunciar el adelanto, horas antes que Alberto Núñez Feijóo, reconoció que la convocatoria se había  visto motivada por la "situación general en el Estado y cómo Catalunya podría afectar al Gobierno español y, de rebote", a las demás instituciones del Estado.

La atomización, y por ende, la pérdida de poder, del espacio posconvergente en Catalunya son motivo de seguimiento y estudio en Sabin Etxea, la sede central del PNV, en Bilbao. Y una de las conclusiones inmediatas que sacan los jeltzales (así se conoce a los peneuvistas en euskera) es que su partido debe evitar el abrazo a los postulados más rupturistas e independentistas.

Y no solo eso, que cabe impermeabilizar la política vasca de la influencia de la catalana. La legislatura vasca vencía en octubre lo que, de haber seguido el curso normal, habría quedado expuesta a la onda expansiva catalana. Solución, a sabiendas de que el 'president' Quim Torra, como muy pronto no podrá convocar hasta mediados de marzo por aquello de aprobar los presupuestos y que los comicios no serían hasta, mínimo mayo, Urkullu ratificó un adelanto que ya se decidió la semana pasada. 

Fortaleza electoral

No es el único motivo. El PNV ha encontrado en Urkullu un sinónimo de fortaleza electoral. Así lo atestiguan sus resultados y también las encuestas. Actualmente gobierna en coalición con el PSE, pero la suma (28 y 9, respectivamente) se queda a un escaño de la mayoría absoluta, lo que ha obligado, para aprobar los presupuestos de este año, a contar con el apoyo externo de Elkarrekin Podemos.

Las encuestas vaticinan una subida tanto de nacionalistas como de los socialistas, lo que colmaría el deseo de estabilidad de Urkullu. También EH Bildu, convertida en la fuerza independentista de referencia, sube en los pronósticos demoscópicos, aunque su soledad, siquiera si sumara con Podemos, con quien comparte programa social, le convertirá, de nuevo, en la conciencia soberanista del lendakari.

El PNVPSE y EH Bildu tienen decididos sus candidatos. Urkullu recibirá el refrendo oficial del partido el 7 de marzo, Idoia Mendia Maddalen Iriarte ya han sido formalmente elegidas. En el PP, la dirección nacional decidió este lunes por la noche por fin designar a Alfonso Alonso, tras días con su candidatura en el aire. El partido está a la espera de si se concreta su alianza con Ciudadanos (como ya ocurriera en Navarra), algo que, hasta que el partido naranja no celebre su congreso no se decidirá.  

En Elkarrekin Podemos, el proceso de primarias, que enfrenta a Miriam Gorrotxategi (cercana a Pablo Iglesias) y a Rosa Martínez (próxima a lo que un día fue el ‘errejonismo’) se dilucidará hasta el 4 de marzo.

Cuarta vez de la mano

Con esta será la cuarta vez que las elecciones gallegas coinciden con las vascas. Algo que parece que le ha dado suerte a Feijóo pues las tres ocasiones anteriores se han saldado con otras tantas mayorías absolutas para el PP. 

Feijóo aspira a revalidar por tercera vez su mayoría absoluta y, según los sondeos, la disputa será acerada por cuanto el PSdeG, que ganó los comicios generales  del 28 de abril pasado, y el BNG, que obtuvo en noviembre, de nuevo, escaño en Madrid andan también al alza.

La principal incógnita recae en el papel de Vox, es decir, si entra en el parlamento de Santiago y si ello es en menoscabo de esa mayoría que ansía el PP.