ERC y PSC huyen del fantasma del tripartito

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Xabi Barrena / Roger Pascual

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La imaginación en política, a diferencia de la sed de ajuste de cuentas, no abunda. Si la ERC de Oriol Junqueras dio un salto adelante, en unas elecciones, las del 2012 --convocadas por Artur Mas para alcanzar la mayoría absoluta en solitario-- gracias a la identificación de CiU con el PP, ahora son los herederos de CDC los que tratan de devolver la moneda anunciando el advenimiento de un nuevo tripartito, es decir, de un pacto entre ERC y el PSC. Ante esto, ambas fuerzas progresistas han iniciado ya una maniobra de descarte recíproco que si bien no ha llegado aún hasta la puerta de ningún notario, sí pretende ser tajante.

Los republicanos ya empezaron hace meses esta especie de conjuro, si bien de manera sibilina. El ‘vicepresident’ Pere Aragonès apostó, para cuando se hiciera pública la sentencia del 1-O, por un Govern de concentración de los socios actuales con la CUP y los ‘comuns’.

Esquerra asiste con cierta desesperación al hecho de que los anuncios de futuro pacto entre republicanos y socialistas hallan un público más  permeable que, por ejemplo, el hecho de que JxCat diera la presidencia de la Diputación de Barcelona al PSC.

Línea roja

Quizá por eso, el propio Aragonès ya ha pasado a una segunda fase que ha sido la de descartar sin ambages cualquier pacto electoral con Miquel Iceta. La razón alegada, sobre todo, es una, que los socialistas del 2020, a diferencia de los del 2003 y los del 2006, no defienden la autodeterminación.

Y por si el desmarque fuera aún demasiado ambiguo, y al calor de las encuestas, los republicanos reconocen que lo más factible sería repetir Govern con los posconvergentes, pero, desean, accediendo a la presidencia. Y todo ello a pesar de la mutua y pública hostilidad.

¿Es sincera la abjuración del PSC que hace ERC? «No hay ningún motivo que nos permita pensar en un pacto», apunta una fuente, y añade que las relaciones «son mejores con el PSOE que con el PSC». Hay, incluso, motivos personales. El líder de ERC, Oriol Junqueras, está más que dolido con Iceta por sus opiniones sobre su encarcelamiento y por señalar que él, a Lledoners, nada tiene que ir a hacer. El propio Junqueras lo explicó ayer en una entrevista emitida ayer por La Sexta. «Una cosa es dialogar y la otra gobernar con quien hace lo posible por retenerte en la cárcel», apuntó.

En la sede de la calle de Calàbria aluden a otro punto. ERC busca crecer, la famosa ampliación de la base, y ello pasa por ganar cuota de voto en los feudos de los socialistas, los del Área Metropolitana. Lo indicó ayer Aragonès: "Estas elecciones van de ERC o el PSC". 

Y como prueba del nueve de que el eventual pacto no tiene ningún viso de convertirse en realidad, ERC aún apunta que, a pesar de haber pactado con ellas la investidura de Pedro Sánchez, el PSC no echó ninguna mano a los republicanos ni con los presupuestos –tampoco era necesaria, gracias a los ‘comuns’– ni en el debate en comisión de la ley Aragonès –donde esa ayuda habría resultado decisiva–.

Varios frentes

Iceta sabe que la sombra del tripartito será el gran tema de campaña de los posconvergentes. «No solo de JxCat. También del PP y Cs. Será que no tienen otra cosa que decir», señaló. El candidato socialista considera que su proyecto y el de ERC son "incompatibles", ya que ni los republicanos van a renunciar a la autodeterminación ni los socialistas van a permitirla. El PSC centrará su campaña en erigirse como la "única alternativa" real al ‘procés’, tras la inesperada y estéril victoria de Ciutadans. "Las elecciones irán de si sigue el ‘procés’ o cambiamos el rumbo". 

Iceta valora que si hay mayoría independentista no hay nada que hacer porque JxCat y ERC reeditarían su matrimonio de conveniencia.

Los ‘comuns’, herederos de la ICVde los tripartitos, son los que se han mostrado más partidarios de repetir el Govern a tres. Desean un gobierno con un programa de izquierdas y que abra una nueva etapa. "No tenemos una fórmula prefijada. Las mayorías de cambio y de progreso pueden tener combinaciones múltiples", apuntan.