El País de Demà ultima su salto a la arena electoral

Asistentes a la presentación de la plataforma 'El país de demà' hacen cola en el monasterio de Poblet

Asistentes a la presentación de la plataforma 'El país de demà' hacen cola en el monasterio de Poblet / periodico

Fidel Masreal

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Mientras el espacio de la posconvergencia oficial, ubicado en el PDECat y JxCat, intenta solventar sus graves diferencias internas, exdirigentes moderados de CDC, profesionales liberales y algunos exsocialistas como Esperanza Esteve ultiman su paso a la arena política en otro proyecto, el que aglutina la plataforma El país de Demà, que pretende situarse en el espacio del centro político y la reivindicación soberanista en el cauce de la ley y el diálogo.

A finales del pasado año, los integrantes de 'El país de demà' ya decidieron estudiar la viabilidad de convertirse en un partido políico y estudiar las condiciones para hacerlo. Entre el 15 y el 20 de este mes de febrero, el equipo encargado de analizar los pasos presentará los resultados al conjunto de la entidad en una reunión plenaria.

Candidato y presupuesto

Uno de los principales handicaps de esta asociación es la inexistencia, hoy por hoy, de un candidato. Lluís Recoder, 'exconseller', exalcalde y veterano dirigente de la antigua Convergència, participa en la confección de esta apuesta pero opta por no encabezarla. Ante ello, el nucleo impulsor de la entidad ha pensado ya en algunos nombres alternativos. En paralelo, la entidad prepara cuatro actos públicos para exponer su programa en materia económica, de sostenibilidad, políticas sociales y acción política. Entre los posibles ponentes cuenta con el exdiputado de Convergència y JxCat, Carles Campuzano, y el jurista Antoni Bayona, que figuran entre los promotores de esta iniciativa, junto al también exdiputado Jordi Xuclà y la senadora de JxCat y exlíder del PDECat, Marta Pascal, que acaba de publicar un libro reivindicando el soberanismo pactista frente a las posiciones del 'expresident' Carles Puigdemont.

Otra de las dificultades de la operación será la económica. Sin precedentes en las urnas, El país de demà no contará con espacios de propaganda electoral y para hacerse notar deberá contar con un presupuesto económico.

Con todo, los impulsores son conscientes de que el principal interrogante y desafío es la posibilidad de obtener un resultado electoral irrelevante. Asumen que en una primera cita con las urnas sus opciones pasarían sólo por obtener representación, confiando en que si se impone en Catalunya la tendencia a una salida negociada del conflicto con el Estado, su posición arrastrará a exconvergentes críticos con Puigdemont y podría crecer electoralmente.