Sánchez mantiene que Torra es 'president', pero no cierra la cita

La Moncloa mira con inquietud al Parlament, consciente de que las convulsiones políticas que se produzcan en Catalunya durante este primer semestre pueden dejar tiritando al Gobierno central. El Ejecutivo necesita aprobar los <strong>Presupuestos </strong>con los apoyos de <strong>ERC </strong>y prevé hacerlo en junio, pero en Madrid entienden que un adelanto de las elecciones a la Generalitat podría alejar a los republicanos de un respaldo que es vital para la pervivencia de la legislatura. En Barcelona la percepción parece ser otra, puesto que el PSC pide justamente que se convoquen los comicios autonómicos. Con ese mar de fondo, el clima de tensión vivido este lunes en la Cámara catalana por la retirada del escaño a Quim Torra dejó al equipo de Pedro Sánchez "expectante" pero, ante todo, determinado a avanzar con toda la prudencia para "afinar" la decisión y no volver a morir en las arenas movedizas de la política catalana.

Viendo la escalada de nervios en el Parlament por la tarde, la vicepresidenta, Carmen Calvo, salió a intentar calmar los ánimos de los posconvergentes al reconocer que Torra «no es parlamentario, pero es 'president'» y a ratificar que la voluntad del Gobierno es "seguir trabajando con los cargos legales y legítimos". Fuentes gubernamentales indican que la intención es no complicar todavía más el tablero catalán, por su capacidad de influencia sobre la política estatal.

Fuentes del PSC, en cambio, consideran que un adelanto electoral en Catalunya no compromete para nada la legislatura española. "Esto no se aguanta. El Govern de Torra no puede durar ni un minuto más", señalan. Consideran, de hecho, que lo ocurrido en el Parlament, con ERC enfrentándose a<strong> JxCat,</strong> demuestra precisamente que los republicanos están determinados a transitar con los socialistas por la senda del diálogo.

En este contexto, la cita entre Sánchez y Torra no se ha cancelado, pero tampoco se garantiza los términos en los que se va a producir.  O dicho de otro modo: el futuro es tan incierto que el jefe del Ejecutivo se reunirá con quien sea 'president' de la Generalitat en ese momento. 

El Gobierno entiende que es el Parlament el responsable de decidir quién ostenta ese cargo y trata de no entrometerse, pero lo sucedido este lunes no allana precisamente el encuentro. De hecho, lo enfría. Aunque la intención era que la cita se celebrase a primeros de febrero en Barcelona, los socialistas reconocen que ya no pueden garantizar que sea en esos días y admiten que puede haber "ajustes" en la agenda presidencial. 

“El señor Torra seguirá siendo o no president de la Generalitat en función de lo que decida el Parlament. Eso significa que cuando llegue el momento, que todavía no estaba fijada la fecha, el presidente del Gobierno se reunirá con quien sea en ese momento president de la Generalitat, con quien el Parlament haya determinado. Hoy es un momento previo a esa esa reunión, que tendrá lugar y el interlocutor será Torra u otra persona en el caso que el Parlament decida que no sigue siendo el president de la Generalitat”, dribló la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, para no comprometer una decisión y tener que variarla. 

“Entendemos que  lo que hoy sucediendo nos dará más información para que el presidente adapte su agenda a cambios que puedan darse, pero la voluntad era primeras fechas de febrero para mantener con algunos días de desfase puesta en marcha de la mesa de negociación. Estamos a la espera de ver como se sustancia la decisión. No puedo asegurarle que sea la primera semana de febrero, pero esa era la voluntad”, reconoció.

En rueda de prensa tras la primera reunión de la Ejecutiva después de la formación de Gobierno, Narbona anunció que el próximo comité federal del PSOE se celebrará el 15 de febrero y que el Congreso del partido será en el 2021.