La mesa de gobiernos tendrá un mecanismo anti-vetos

Ambos ejecutivos buscan evitar rápidas negativas que lleven a un callejón sin salida

La portavoz parlamentaria del PSOE, Adriana Lastra, y el de ERC, Gabriel Rufián, se dan la mano, junto al secretario de Organización socialista, José Luis Ábalos.

La portavoz parlamentaria del PSOE, Adriana Lastra, y el de ERC, Gabriel Rufián, se dan la mano, junto al secretario de Organización socialista, José Luis Ábalos. / periodico

Xabi Barrena / Juan Ruiz Sierra

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

A una semana de que venza el plazo pactado, esos 15 días desde la formación del Gobierno que vencen el próximo día 29, si se toma como referencia la toma de posesión de los ministros, los gobiernos del Estado y de la Generalitat van puliendo detalles del funcionamiento de la mesa de negociación para la solución del conflicto político que les enfrenta. Que la puesta en marcha de esa mesa se produzca tras el encuentro entre ambos jefes de ejecutivo, Pedro Sánchez y Quim Torra, ha dado más tiempo a las partes para proponer metodologías. Y entre ellas, la creación de un mecanismo que evite vetos inmediatos que dinamiten la negociación demasiado pronto.

Según ha podido saber este diario, ambos equipos están diseñando un sistema de trabajo que pasa por ‘recibir’ la propuesta de la otra parte y entregarla a un equipo asesor que dé una respuesta prolija y razonada y, sobre todo, no inmediata.

Tras la propuesta se halla la parte catalana y el motivo, obvio, es el miedo a que uno de los grandes reclamos que ERC usó para que sus bases validaran el acuerdo de investidura, el de la negociación del ejercicio de la autodeterminación vía un nuevo referéndum, esta vez pactado, pase sin pena ni gloria por encima de la mesa tras encajar un escueto y tajante ‘no’ de la parte del Gobierno del Estado.

En sentido contrario, sin embargo y quizá por ello la propuesta del sistema anti-veto ha sido acogida por el Ejecutivo de Pedro Sánchez, la parte catalana tampoco puede quitarse de encima, por ejemplo, una eventual propuesta para aprobar un nuevo Estatut.

También el Govern deberá acompañar su ‘no’ de un documento que dé cumplida respuesta a la propuesta.

Cabe recordar que Pedro Sánchez, por dos veces y en el Congreso, ha afirmado que la solución de la pugna territorial debería pasar por el refrendo de los catalanes.

Y no solo eso, en el mismo pacto de investidura firmado hace unas semanas se acordó que los frutos de esta mesa de negociación se someterían, igualmente, al refrendo de los catalanes. Ergo el mecanismo anti-veto supone una auto-obligación  a debatir en profundidad las propuestas de ejercicio de voto que se cruzarán en la mesa.

La pausa de Torra

No es ajeno a todo esto que ERC observa como Quim Torra (tras quejarse de haber sido ninguneados por los republicanos en la negociación) ha introducido una pausa en la creación de la mesa. Una pausa que transcurre en paralelo a la cuenta atrás que se prevé para la definitiva inhabilitación del ‘president’, una vez el tribunal Supremo, como se prevé, reafirma la sentencia del TSJC a cuenta de la pancarta colocada en el balcón de la Generalitat en periodo electoral.

La suma de una cosa y otra podría hacer coincidir los trabajos de la mesa de negociación con la convocatoria de las elecciones al Parlament que se derivará de la inhabilitación de Torra. Y un ‘no’ inmediato a la autodeterminación sería una pesada losa para las aspiraciones republicanas tras haber hecho de la vía pactada su bandera.