Iglesias vuelve a pisar el Teatro del Barrio de Lavapiés

Pablo Iglesias, el pasado martes antes de entrar en la primera reunión del Consejo de Ministros

Pablo Iglesias, el pasado martes antes de entrar en la primera reunión del Consejo de Ministros / periodico

Miguel Ángel Rodríguez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Teatro del Barrio en Lavapiés (Madrid) vio nacer a Podemos hace 6 años. Pablo Iglesias y el resto de fundadores del partido morado subieron al escenario de una sala con capacidad para poco más de un centenar de personas que se quedó en el imaginario de la formación como un icono de sus comienzos. Este martes, el ahora vicepresidente segundo del Gobierno ha vuelto a pisar el mismo suelo en su primer acto como miembro del Gobierno.

Esta vez, el jefe de los morados ha acudido para inaugurar una serie de actos en recuerdo de la semana negra de Madrid, que se saldó con 7 asesinados por grupos fascistas o parapoliciales en 1977. Su llegada ha sido de manera muy diferente a la de 2014, rodeado de guardaespaldas y con las prisas propias de un vicepresidente. Un puesto que muy pocos se imaginaban que alcanzaría en poco más de un lustro.

Memoria histórica

Tras aguantar las lágrimas al presentarse ante el público, Iglesias ha aprovechado para sacar pecho de las medidas que llevará a cabo el Ejecutivo en materia de Memoria Histórica, pese a ser unas competencias que, por mucho que las peleó Unidas Podemos, terminaron quedándose en manos de la vicepresidenta primeraCarmen Calvo. Así, ha recordado que en el acuerdo programático entre socialistas y podemistas se recoge la declaración del 31 de octubre como día de recuerdo para todas las víctimas del franquismo y el 8 de mayo el día de reconocimiento de las víctimas del exilio.

Además, ha insistido en que durante la legislatura se prohibirá la exaltación y el enaltecimiento del franquismo y se eliminará toda la simbología franquista de lugares públicos. La novedad ha llegado cuando ha anunciado su deseo de que al comienzo del programa de exhumaciones de víctimas de la dictadura que continúan en fosas comunes esté presente algún miembro del Consejo de Ministros.

Aprovechó también el acto para confrontar con PP Vox a costa de la censura parental. "Este gobierno va a defender la educación pública frente a los que quieren volver al pasado", sentenció antes de terminar con unas palabras ya habituales de sus discursos: "Porque fuisteis somos, porque somos serán".