Trapero califica de "barbaridad" los pasos dados hacia la unilateralidad

La declaración de Trapero en tres frases: la resolución de la vía unilateral fue "una barbaridad".

La declaración de Trapero en tres frases: la resolución de la vía unilateral fue "una barbaridad" / periodico

Ángeles Vázquez

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El momento estrella del juicio contra la excúpula de los Mossos no se ha hecho esperar. El principal acusado, el mayor Josep Lluís Trapero, prácticamente lo inauguró con una defensa a ultranza de la actuación de los Mossos, tanto el 20-S, con los medios y la cuarentena de lugares donde hubo registros del Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona, como el 1-O, con dos millones y pico de personas en la calle frente a 16.000 policías. Admitió que tanto en uno como en otro pudo haber errores, pero nunca voluntarios. 

Trapero no tuvo reparos en desmarcarse de la vía unaliteral, y llegó a calificar de "barbaridad" cada paso dado en ese sentido por las autoridades catalanes que confiaba que paralizara la justicia. Después fue más contundente: "Yo me puedo equivocar o no, pero si fuera de Enfocat, lo reconocería".

Sí negó saber algo del proyecto independentista y, mucho menos, que se le pidiera participar. "Ni lo conocí ni se me expuso, ni se me consultó ni conozco a alguien que se le hubiera expuesto algo similar", aseveró antes de afirmar que no oyó la palabra Enfocat hasta que leyó la causa abierta en su contra. [Sigue en directo las últimas noticias del juicio a Trapero y la cúpula de los Mossos]

A preguntas del teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Miguel Ángel Carballo, muy inquisitivo durante todo el día, dijo que "no tenía una relación ni buena ni mala", con el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y atribuyó su ascenso a mayor al exdirector de la policía autonómica Albert Batlle. Para distanciarse más dijo que el Govern desconfiaba de él.

20-S con muchos focos

El interrogatorio se centró primero en el 20 de septiembre de 2017, hechos que junto al 1-O hacen que el fiscal pidan para él 11 años de prisión por rebelión, delito que no rebajará a la sedición por la que el Tribunal Supremo condenó a los líderes del 'procés' hasta que concluya la prueba del juicio, cuando esté a punto de acabar

Trapero aseguró que se enteró hacia las ocho de la mañana de la operación Anubis, y su primera preocupación fue buscar medios y personal para actuar, porque podía haber problemas en una decena o quincena de lugares, y no contaban con suficientes efectivos para auxiliar a la Guardia Civil, que fue siempre su intención.

Supo de la designación del entonces presidente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sànchez, como mediador por el 'conseller' Joaquim Forn y lo enmarcó en la forma habitual de trabajo de los Mossos, pero negó que quisiera imponer cómo debía ser el dispositivo. "Se optó por un dispositivo que no se nos fuera de las manos con los medios que teníamos. ¿Que nos equivocamos? No lo sé, pero nuestra opción era ayudar a la Guardia Civil, aunque hubiera cosas que no me gustaron, como lo de los coches. ¿Cómo me va a gustar, si también pasó con uno de los Mossos?", aseguró.

El fiscal fue exhaustivo con los requerimientos que la Guardia Civil dirigió a los Mossos en la Conselleria de Economia desde las 9.15 horas, cuando pidió un perímetro de seguridad, y hasta las 19.50 horas, cuando se informó de que la comisión judicial había acabado el registro. A las dos de la tarde comunicaron que los vehículos de la Guardia Civil "con material sensible", que luego se supo que eran armas, habían quedado aislados.

Defender urnas con la vida

En cuanto al 1-O, Trapero admitió que, aunque le pidió a Puigdemont que desconvocara el referéndum por el riesgo para el orden público que suponía,"los políticos no tienen por qué hacer caso a los políticos". Señaló que los Mossos no pensaban cuando hicieron esa advertencia en violencia como tal, sino en una resistencia pasiva importante, en la que dos millones personas frente a 16.000 policías podía implicar un accidente y que la situación "se escapara de las manos".

Eso no impidió que calificara de "inimaginable" que tantas personas no hicieran caso de lo que le indicaban agentes policiales y que parecieran "dispuestas a defender las urnas con su vida". A diferencia de en el Supremo, no mencionó el plan preparado para detener al presidente de la Generalitat si declaraba la DUI, pero este martes continuará declarando.

Niega "confusiones" varias

El mayor Josep Lluís Trapero negó categóricamente varias de las afirmaciones del fiscal, como que los Mossos hicieran seguimientos de otros cuerpos, más allá del necesario para saber dónde era necesario o no que se personaran binomios de la Policía de la Generalitat, en función de dónde estaban o no agentes de otros cuerpos. Las atribuyó a las "confusiones" en que, en su opinión, se fundamenta la causa. Entre ellas también citó la operación Ágora, en la que aseguró que la protección que se dispensó a algunos imputados en el Supremo o en el Juzgado 13 de Barcelona por el 'procés' se debiera a que eran investigados; aseguró que era por su relevancia pública. También negó que los mossos hubieran facilitado de alguna forma votar en el referéndum ilegal al entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y recordó que el vicepresidente, Oriol Junqueras, tuvo que trasladarse a otro colegio para poder hacerlo.