'OPERACIÓN JUDAS'

Los precedentes del 'caso CDR': terroristas que no lo fueron

Operativo desplegado por la Guardia Civil contra los CDR

Operativo desplegado por la Guardia Civil contra los CDR / periodico

Roger Pascual

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Solo quedan en prisión dos de los nueve CDR detenidos en la 'operación Judas'. La Audiencia Nacional concedió el jueves la libertad bajo fianza a Alexis Codina al considerar que las sustancias que tenía en su poder "no son en sí mismas explosivos". El auto judicial le apuntaba como responsable del Equip de Resposta Tàctica (ERT) de la "adquisición, fabricación y puesta a prueba del material explosivo" como Goma 2. El caso empieza a recordar a lo ocurrido en los últimos años con otras mediáticas operaciones contra supuestos grupos terroristas que han terminado en agua de borrajas.

"El terrorismo anarquista se ha implantado en nuestro país", sentenció hace cinco años Ignacio Cosidó, cuando era director general de la Policía, tras varios atentados como el de la basílica del Pilar de Zaragoza en el 2013. En un año se sucedieron tres operaciones -PandoraIce y Piñata- tras la sombra de los Grupos Anarquistas Coordinados (GAC), aunque todas ellas quedaron en nada. En la operación Pandora, la más conocida y que tuvo dos fases, se detuvo a una veintena de personas (11 en diciembre del 2014 y nueve en octubre del 2015).  Carmen Lamela, jueza por aquel entonces de la Audiencia Nacional, cerró la caja de Pandora señalando que, después de tres años de investigación con pinchazos telefónicos e "informes de todo tipo", solo se ha podido comprobar que los investigados se relacionaban con anarquistas.

Acusaciones diluidas

Lamela había sido la instructora de otro caso, la 'operación Ice', contra el grupo anarquista vegano Straight Edge Madrid. Seis jóvenes fueron detenidos en Madrid y acusados de pertenencia a un grupo terrorista, tenencia de explosivos y de quemar dos sucursales bancarias en el 2013 y el 2015. El 'caso Ice' se derritió rápidamente, al ver que el material incautado no era explosivo, sino caldo de col lombarda y productos de limpieza, y todo lo que había era una pintada con el nombre del grupo en una de las sucursales dos semanas antes de que se incendiara. Pese a ello, Juan Manuel Bustamante, apodado 'Nahuel', estuvo en prisión un año y cuatro meses por tuits como "Goku vive, la lucha sigue", hasta que fue absuelto el año pasado de la acusación de apología del terrorismo.

Tras la pista de los GAC y entre las dos entregas de Pandora, llegó la Piñata. El juez Eloy Velasco decretó la detención de 15 anarquistas y la prisión para cinco, entre los que señalaba que estaban los cabecillas de los GAC. Al final también ese caso se desmoronó y menos de un año después quedaba archivada la causa.

La policía señalaba a los GAC como el brazo armado de la Federación Anarquista Informal / Frente Revolucionario Internacional (FAI/FRI). La Audiencia Nacional, en su fallo contra los condenados de la basílica del Pilar, les absolvió de pertenencia a organización terrorista porque no consideraba a los GAC como tales. "Si se considerase a la FAI/FRI-GAC organizaciones terroristas, serían tan defectuosas, incapaces y objetivamente disfuncionales que ni siquiera tendrían relevancia penal. Y es que una organización horizontal no es una organización", sentenciaba el fallo de la Audiencia Nacional.

EBAN y Acció Radical Catalana

Cabe recordar que, antes de la 'operación Judas', dos CDR (Adrià y Tamara Carrasco) fueron también acusados de terrorismo y rebelión en abril del 2018. El primero se escapó a Bélgica y la segunda estuvo confinada más de un año en Viladecans, hasta que se levantó esta medida. Después de que la Audiencia Nacional retirara las acusaciones de terrorismo y rebelión, ahora se les investiga solo por desórdenes públicos.

En el ámbito del independentismo, la 'operación Judas' tiene dos precedentes: Escamot Barcelona d’Alliberament Nacional (EBAN) y Acció Radical Catalana. "Son dos bautizos policiales, nombres que nacen y mueren en comisaría", sentencia el exdiputado de la CUP David Fernàndez, que escribió sobre ambos casos en el libro 'Cròniques del 6', en referencia al Grupo VI de la Brigada Provincial de Información del Cuerpo Nacional de Policía.

"Dos policías se hacen pasar por jóvenes de Jarrai -relata Fernàndez sobre Acció Radical Catalana-. Fichan a un joven egarense. Un día le dicen que esa noche toca actuar solo. Cuando actúa, sus compañeros le están esperando para detenerle. Sus dos compañeros son ahora policías. Éxito policial. El único grupo violento desarticulado [desde el fin de Terra Lliure] ha sido Acció Radical Catalana. Y es un grupo que ha montado la propia Policía. El 6". La Audiencia Nacional desestimó la acusación de terrorismo rápidamente y los detenidos por incendiar sedes de ETTs fueron absueltos.

En el 2002 tres jóvenes fueron detenidos en Barcelona, acusados de pertenecer a EBAN, supuesta organización terrorista a la que se responsabilizaba de la explosión de una oficina bancaria. El caso fue finalmente archivado en el 2006 por falta de pruebas después de que 'los tres de Gràcia' pasaran 1.050 días en prisión.  Fernàndez ve muchos paralelismos entre esos dos precedentes y ERT. "Por los antecedentes, me da la sensación de que es también otro relato ficcionado".