Iglesias ultima la reorganización de Podemos para no perder garra

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Miguel Ángel Rodríguez

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La coalición entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias puede hacerse realidad en cuestión de semanas, negociación con ERC mediante. A la investidura del secretario general del PSOE le seguirá el acatamiento de las responsabilidades y frenos por parte del líder morado del cargo de vicepresidente del Ejecutivo y, entonces, todo cambiará para el fundador de Podemos. Y en parte para su partido. Él dice haberse comprometido a ser leal y no mostrar discrepancias con los socialistas fuera del Consejo de Ministros. Además, pretende no dar miedo a los poderes económicos por lo que Iglesias se verá obligado a aparcar parte de su discurso más contestatario, más agresivo, más polémico. Para compensar, la formación morada hará cambios en su estructura situando a los perfiles más combativos y conocidos al frente del partido y del grupo parlamentario. 

"Sánchez sabe que podrá contar con toda nuestra lealtad y que nos vamos a dejar lo mejor de nosotros mismos", aseguró Iglesias tras firmar el preacuerdo con Sánchez 48 horas después de las elecciones del 10-N. Días después, en una carta a la militancia, el jefe de Unidas Podemos reconocía que en el futuro Gobierno habría "muchos límites y contradicciones"muchos límites y contradicciones. Ante el riesgo de que la lealtad ofrecida no permita a los futuros ministros morados confrontar con los socialistas y se acabe diluyendo la marca que se forjó hace cinco años, dirigentes como Noelia VeraPablo Echenique o Rafael Mayoral servirán de contrapeso manteniendo la garra de la formación, según fuentes del partido. 

Echenique, en el Congreso

La voz de la organización recaerá casi con seguridad en dos destacados dirigentes morados: Vera, la actual portavoz del Consejo de Coordinación de Podemos, y Echenique, ahora secretario de Acción de Gobierno. Ambos políticos forman parte de la dirección y serán los encargados de mantener la línea reivindicativa que ha caracterizado a la formación desde sus inicios. 

Con Iglesias en la vicepresidencia e Irene Montero apuntando a ocupar el ministerio de Igualdad, la portavocía del grupo parlamentario en el Congreso queda vacante. Un puesto que, todo apunta, está reservado para Echenique. Siendo uno de los activos más polémicos entre las filas podemistas, el político maño sería el encargado de intervenir en los plenos de la Cámara baja para defender la postura del partido. 

Además, fuentes parlamentarias aseguran a EL PERIÓDICO que existe un acuerdo entre los distintos grupos de la Cámara baja para emprender una reforma del hemiciclo que le permita situarse en la bancada que ocupan sus compañeros y, dados sus problemas de movilidad, no tener que seguir las sesiones desde el 'gallinero',  donde están los únicos escaños accesibles en silla de ruedas. 

Vera y la dirección morada

Al frente de la portavocía de la Ejecutiva de Podemos seguirá Vera. La diputada por Cádiz, cercana a Iglesias, ha ejercido desde hace dos años como portavoz del Consejo de Coordinación morado junto a Echenique y, desde hace unos meses, la labor de informar a la prensa de las decisiones adoptadas por la cúpula del partido recaen por completo en ella.

Queda por dilucidar qué puesto ocuparán en la futura estructura del partido el secretario de Organización, Alberto Rodríguez, el encargado de Sociedad Civil y Movimientos Sociales, Rafael Mayoral, y el secretario de Comunicación, Juanma del Olmo. Aunque, a buen seguro, tendrán mayores responsabilidades que las que ostentan actualmente.