El PSOE constata el 'no' del PP y pide "paciencia" con ERC

Pedro Sánchez no esperaba nada de las reuniones de este lunes con Pablo Casado e Inés Arrimadas, y eso, aunque parezca paradójico, era lo que buscaba el presidente en funciones. Plasmar que con el PP y con Cs el camino está cegado, porque ambos se niegan a facilitar su investidura y su proyecto de coalición con Unidas Podemos, por lo que la única vía, por muchas dudas, vértigo y críticas que suscite dentro y fuera del PSOE, pasa por ERCERC, cuya abstención resulta imprescindible.

"Las previsiones son llegar a un acuerdo con ERC que no solo facilite el desbloqueo, sino que también dé estabilidad", ha explicado en el Congreso la portavoz socialista, Adriana Lastra, encargada de dar cuenta de los encuentros de Sánchez. A diferencia de Casado y Arrimadas, el secretario general del PSOE, que tras las elecciones limita al máximo sus explicaciones y comparecencias, ha optado por no comparecer. 

Los socialistas se disponen así a continuar con la vía de la abstención de los republicanos, pero a través de contactos sumamente discretos, dentro de una negociación en la que optan por no dar ningún detalle. Fuentes del partido han confirmado que los contactos con los republicanos son constantes y que están intercambiado documentos. Además de esas conversaciones, telefónicas en su mayoría, el PSOE incluirá a ERC en la ronda de reuniones con los partidos que celebrará esta semana. A diferencia de los anteriores encuentros, solo prevé una cita con el portavoz, Gabriel Rufián, y no con todo el equipo negociador. 

Lastra ha pedido "paciencia", garantizando que el acuerdo, "si llega", será "constitucional" y se hará "público". La portavoz ha evitado pronunciar cualquier palabra que pudiera interpretarse como una presión al partido de Oriol Junqueras, muy sensible a este tipo de mensajes, y ha dejado claro que no hay ninguna fecha prevista para la investidura. Debido, entre otras cosas, a que ERC no tiene ninguna prisa. "No nos ponemos límites temporales", ha dicho Lastra, que ha defendido, en referencia a los aspectos territoriales que están negociando con los republicanos, como una mesa de negociación entre el futuro Gobierno y la Generalitat, que el PSOE simpre actuará "por la vía del diálogo y el entendimiento". 

Breves encuentros

Durante sus citas con Casado y Arrimadas, ambas bastante breves (la primera ha durado tres cuartos de hora y la segunda poco más de una hora), Sánchez le ha reclamado al PP la abstención y a Cs el apoyo a la coalición con Pablo Iglesias. No ha tenido ningún éxito, algo nada sorprendente, dadas las conocidas posiciones de conservadores y naranjas.

"Un partido que se proclama constitucionalista tienee que facilitar que se cumple la letra y el espíritu de la Constitución. Si [a Casado] le preocupa la influencia que pueda tener ERC, puede impedirlo con su abstención", ha señalado Lastra, recordando que el PSOE, tras un traumático proceso interno que acabó momentáneamente con el liderazgo de Sánchez, ya dio ese paso en el 2016, y que luego ejerció la oposicón, hasta el punto que acabó presentando una moción de censura para echar a Mariano Rajoy de la Moncloa. "Si la situación es tan traumática como dice el PP, no se entiende su actitud. A no ser que su objetivo sea mantener el bloqueo de forma indefinida", ha argumentado la portavoz. 

A Arrimadas, que solo cuenta con 10 diputados tras el batacazo del pasado 10 de noviembre, que provocó la dimisión de Albert Rivera, Sánchez, en cambio, le ha pedido el apoyo. "Si el problema de Arrimadas es el programa, ¿cuál de los 10 puntos del preacuedo con Podemos es incompatible con sus principios?", se ha preguntado Lastra.