BOMBA EN 1966

Veteranos de EEUU preparan demanda por la radiación de Palomares

El franquismo negó que hubieran bombas nucleares en los dos aviones que chocaron sobre la playa almeriense

El ministro Manuel Fraga y el embajador estadounidense se bañan en la playa de Palomares, en 1966.

El ministro Manuel Fraga y el embajador estadounidense se bañan en la playa de Palomares, en 1966. / periodico

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El Tribunal de Apelaciones de Estados Unidos para Asuntos de los Veteranos ha autorizado la presentación de una demanda colectiva de militares estadounidenses retirados que se vieron expuestos a radiación tras participar en las tareas de limpieza en Palomares (Almería), tras el accidente nuclear que tuvo lugar en 1966. El suceso, negado por el franquismo, propició que el entonces ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga, y el embajador de EEUU se bañaran en la playa en bañador para desmentir la radiación.

Según ha informado la Universidad de Yale, de este modo los veteranos no tendrán que pelear individualmente para conseguir compensaciones por las enfermedades que consideran derivadas de la radiación. La demanda, liderada por el veterano de la Fuerza Aérea Viktor Skaar, alega que las autoridades se han basado ilegalmente en métodos científicos fallidos para denegar a los veteranos compensaciones durante décadas.

En Palomares fueron desplegados aproximadamente 1.600 militares para limpiar la zona después de que dos aviones estadounidenses --un avión cisterna y un bombardero B52-- colisionaran en pleno vuelo provocando la caída de cuatro bombas, además de la muerte de siete de los 11 tripulantes.

"Durante más de 50 años, la Administración de Veteranos ha negado a los veteranos de Palomares compensaciones por nuestro servicio, recuperando, detectando y transportando 5.400 tambores de contaminación radioactiva", ha dicho Skaar, que ha mostrado su satisfacción por poder seguir peleando. Por el momento, lo que ha hecho este tribunal es verificar que se cumplen las condiciones para una demanda colectiva.

Muchos de sus compañeros, ha explicado Skaar a través de la Universidad de Yale, han muerto o están demasiado enfermos. "Llevo peleando esta batalla desde que tenía 45 años y ahora espero que la decisión del Tribunal me permita, con 83 años, recibir compensaciones por mis muchas enfermedades derivadas de la radiación, cáncer incluido", ha añadido.