JUICIO EN MADRID

El acusado de cambiar las flores de una víctima de ETA por soflamas a la banda acepta un año de prisión

El procesado ha reconocido la comisión del delito de enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas

Audiencia Nacional

Audiencia Nacional / periodico

Europa Press

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El acusado de cambiar las flores y símbolos de homenaje a un guardia civil asesinado por ETA por soflamas que ensalzaban a la organización terrorista ha aceptado una condena de un año de prisión, tal y como solicitaba la Fiscalía, por un delito de enaltecimiento del terrorismo y humillación a las víctimas, según han informado a Europa Press fuentes jurídicas.

El guardia civil fallecido era Juan Manuel Piñuel y fue asesinado en el 2008 por ETA con una furgoneta bomba cargada con unos 200 kilos de amonal frente al acuartelamiento del Instituto Armado de Legutiano (Álava).

En el atentado resultaron heridas otras 27 personas, 12 de ellas civiles, y se produjeron graves desperfectos en la estructura del acuartelamiento, lo que obligó finalmente a su demolición, quedando el solar perimetrado con una valla metálica, según relata el escrito de acusación.

Desde entonces, familiares y amigos del guardia civil fallecido vienen colocando periódicamente, en la valla que delimita el lado suroeste del recinto y en el interior de éste, junto a la carretera N-240, diversos elementos en recuerdo de Juan Manuel Piñuel, como fotografías, flores, pebeteros, poemas o velas para reivindicar su memoria.

Símbolos destrozados

Pero entre febrero del 2017 y septiembre del 2018, al menos hasta en 17 ocasiones, el acusado, A.R.R., retiró y destrozó estos símbolos de homenaje. En su lugar, hizo pintadas contra la Guardia Civil y colocó pancartas enaltecedoras de ETA como 'Jo ETA Ke' ('Seguir sin descanso') y 'Alde Hemendik', ('Fuera de aquí').

"Todo ello --remarca la Fiscalía-- con menosprecio y causando profundo dolor en quienes, además de sufrir la pérdida, como familiares y amigos del asesinado, han tenido que soportar estos actos de iniquidad que ni siquiera les permiten honrar en paz a sus deudos, viendo cómo ni siquiera eran respetados los símbolos de homenaje y recuerdo, aumentando de forma cruel, por el acusado, aún más, si cabe, el padecimiento sufrido".

El acusado ha aceptado los hechos objeto de acusación en el escrito del Ministerio Público, por lo que las partes han renunciado a la práctica de la prueba en el juicio, que ha quedado visto para sentencia. Al carecer de antecedentes penales computables a efectos de reincidencia, A.R.R. previsiblemente no entrará en prisión.