COMISIÓN EN EL PARLAMENT

Carmena ve "desastrosa" la situación en Catalunya pero cree posible el diálogo

La exalcaldesa de Madrid asegura que pidió a Puigdemont y Junqueras que no convocaran el referéndum del 1-O porque lo consideraba "ilegal" y un error

Carmena y Maragall, en la comisión de estudio sobre Derechos Civiles y Políticos del Parlament, el 29 de noviembre del 2019

Carmena y Maragall, en la comisión de estudio sobre Derechos Civiles y Políticos del Parlament, el 29 de noviembre del 2019 / periodico

Europa Press

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La exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena ha lamentado este viernes que la situación actual en Catalunya es "desastrosa", a diferencia de la que había en el 2017, pero ha confiado en que es posible el diálogo con el Estado y que puede servir para resolver el conflicto.

En su comparecencia en la comisión de estudio sobre Derechos Civiles y Políticos del Parlament, ha argumentado que el diálogo es posible "cuando ninguna de las dos partes está conforme con la situación que se está viviendo", y cree que es lo que pasa actualmente en Catalunya.

"Estoy convencida de que a través del diálogo, se puede conseguir lo que nos parece imposible", ha afirmado, y ha definido al Estado como plurinacional.

La exalcaldesa de Madrid ha recordado un encuentro que tuvo cuando era alcaldesa con el entonces presidente de la Generalitat Carles Puigdemont y el vicepresidente Oriol Junqueras, en el que les pidió que no convocaran el referéndum del 1-O porque lo consideraba "ilegal" y un error.

Críticas a la vía unilateral

En este sentido, ha reprochado al independentismo que optara en el 2017 por la vía unilateral: "Ese era un camino corto y malo", y lo ha contrapuesto con su lucha antifranquista, en la que renunció a la violencia para buscar un camino más largo.

Asimismo, ha sostenido que la Constitución no se puede saltar y, aunque ve injusto el encarcelamiento y la condena de los presos soberanistas, ha preguntado: "¿Qué hay que hacer cuando alguien se salta la Constitución? La Constitución hay que reformarla, pero no nos la podemos saltar".

Sobre la sentencia del 1-O, ha opinado que el delito de sedición es desproporcionado, sobre todo por la pena que han tenido los presos, pero que condenar solo por un delito de desobediencia quedaba "demasiado aislado".