El enlace de Puigdemont ofreció a Rusia reconocer Crimea a cambio de apoyo a la independencia de Catalunya

Víctor Terradellas, izquierda, y Serguéi Markov.

Víctor Terradellas, izquierda, y Serguéi Markov. / periodico

Marc Marginedas / Antonio Baquero / J. G. Albalat

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Víctor Terradellas, presidente de CatMón, exresponsable de relaciones internacional de CDC y persona muy cercana al expresidente catalán Carles Puigdemont, ofreció, durante las conversaciones que mantuvo en Moscú en el 2017 con un influyente exdiputado oficialista y polítólogo bien conectado con el Kremlin, el reconocimiento de la anexión rusa de Crimea por parte del Govern de la Generalitat a cambio del apoyo del Kremlin a la declaración unilateral de independencia (DUI) catalana. "Nos entrevistamos en tres ocasiones, acompañado de una periodista catalana que me conoce; me quería utilizar como contacto para que yo me dirigiera a los órganos de poder" (con esa propuesta), explica a EL PERIÓDICO Serguéi Markov, exdiputado por el partido oficial Rusia Unida, profesor del elitista Instituto Estatal de Moscú para las Relaciones Internacionales (MGIMO, por sus siglas en ruso), un hombre que en los últimos años ha venido ocupando importantes cargos en consejos e instituciones gubernamentales de Rusia.

"Me plantearon que Rusia pudiera apoyar la independencia de Catalunya. Y que (a cambio) Catalunya podría decir que Crimea es parte de Rusia", rememora Markov el pasado lunes en un restaurante del norte de Moscú. Siempre según la versión del académico, la respuesta que obtuvieron sus interlocutores de él no fue positiva. "Yo les dije que por el momento el Gobierno ruso estaba muy distanciado del tema (catalán), y les expliqué la lógica", sostiene Markov. "Nosotros no necesitamos ese reconocimiento, no es cierto eso que dicen los medios occidentales de que buscamos el reconocimiento, tarde o temprano Occidente reconocerá que Crimea es parte de Rusia. ¿Qué diferencia hay ahora o más tarde?", rememora el académico.

El nombre de este político, profesor y filósofo aparece escrito en una de libreta confiscada por la Policía Nacional (la investigación ahora la lleva la Guardia Civil) durante el registro de la sede de CatMon en mayo del 2018. Segun recuerda Markov, ambos interlocutores se reunieron con él en tres ocasiones en el otoño del 2017, "en dos ocasiones seguidas primero, luego se marcharon (de Rusia) y volvieron". Deduciendo de las anotaciones de Terradellas, ésta última reunión probablemente tuvo lugar en los días previos a la DUI realizada por Puigdemont.

Las declaraciones de Markov cobran especial relevancia pues Terradellas, ya de vuelta de Moscú y dos días antes de la DUI, envió a Puigdemont varios mensajes instándole a que le recibiera -a lo que finalmente el president accedió- para reunirse con un "emisario de Putin". "A las 5 venía emisario de Putin", escribió el día 26 Terradellas a Puigdemont en un mensaje al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO. Un día antes, el presidente de CatMón envió a Puigdemont el siguiente wasap: "'President', soy Miquel. Estamos reunidos Víctor y yo con esa gente. En 24 horas nos contestan. Además mirarán: 1. Que China diga también lo suyo. 2. Que viernes antes de hacer nada, hagas videoconferencia con PU [la Policía Nacional considera que se trata de Vladimir Putin]".

El politólogo, que se encoge de hombros cuando se le dice que Terradellas pudo haber cometido un delito al sufragar sus viajes en pos del reconocimiento internacional de la independencia catalana con dinero público, puntualiza que no recuerda al 100% ninguno de los detalles que explica acerca de lo que sucedió en estos encuentros: "No podría jurarlo sobre la Bibla. Ha pasado mucho tiempo". Tampoco explica, si las cosas estaban tan claras del lado ruso, porqué se reunieron hasta en tres ocasiones.  

Contactos con la Generalitat

En la conversación con este diario, Markov asegura desconocer de quién habla Terradellas cuando hace referencia a un "emisario del Kremlin" en los whatsapp que envía a Puigdemont en los momentos previos a la DUI, aunque admite la existencia de contactos "no políticos". "No sé quién pudo ser; yo creo que contactos tuvo de haber de alguna forma; contactos con el Gobierno de Catalunya; si la crisis se prolongaba, Rusia debía recibir información sobre lo que sucede, información completa, procedente de ambos bandos", continúa. Descarta, eso sí, que se tratara de "contactos políticos".  "Contactos políticos entre el Kremlin y Puigdemont no había; pero sí creo que fue enviada gente de los servicios de inteligencia, figuras de perfil técnico, que se presentaran a si mismas como periodistas....lo que es seguro es que no hubo ninguna persona que pudiera prometerle algo en algún momento", desgrana. E insiste una y otra vez en la posición oficial del Kremlin, de que Rusia "no interfiere" en los asuntos internos de otros países.

Una vez proclamada la DUI por Puigdemont, Moscú se mantuvo su postura oficial de no reconocer la independencia catalana. Eso sí, una postura aparentemente a favor de la integridad territorial española que experimentó vaivenes, como el apoyo que recibió la causa en los medios controlados por el Estado y el que protagonizó el propio Vladímir Putin en el mes de octubre del 2017, cuando desde la residencia de Valdái, afeó a Occidente por haber reconocido la independencia de Kosovo en el 2008 y ahora tener que enfrentarse a un problema en el interior de las fronteras de la UE que, según la opinión del líder del Kremlin, es similar. Preguntado acerca de la posición rusa en el conflicto catalán, el asesor gubernamental no descarta que en un futuro Moscú pueda reconocer la independencia catalana, "si se produce una situación diferente, si, pongamos el caso, la UE inicia una guerra contra Rusia".

Sobre el futuro de Puigdemont, Markov incluso contempla la posibilidad de que pueda acabar asilado en Rusia. "Yo creo que sería un caso similar al de Snowden (el analista informático de la NSA norteamericana refugiado en Moscú). "A Snowden le hemos dicho: le damos el estatus de refugiado político, no le entregaremos a los americanos puede usted vivir aquí sin problemas, puede trabajar, pero le prohibimos actuar contra el Gobierno de EEUU". Cuando se le recuerda que la policía española ve la mano del presidente Puigdemont en la violencia de las últimas semanas en Catalunya, Markov se limita a responder: "eso no podría hacerlo desde Rusia".