CAMINO DE LAS URNAS

La CUP exige a JxCat y ERC que conviertan el 10-N en un "plebiscito destituyente al Estado"

"No haremos presidente al que viene de partido que tiene las manos manchadas de sangre y de cal", espetan los anticapitalistas

vehi

vehi / ACN / GERARD ARTIGAS

Júlia Regué

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En pleno apogeo de propuestas cruzadas en el independentismo para disipar la responsabilidad por la falta de unidad, la CUP soltó este jueves su propia oferta: convertir el 10-N en un "plesbicito destituyente del régimen" para "ni oír hablar de la gobernabilidad del Estado". Dicho de otro modo, pidieron al soberanismo que acepte como propio el programa electoral cupero y se niegue a pactar con partidos del "régimen del 78".

"Hablar de unidad nos parece imprescindible. Queremos un acuerdo de ERC, JxCat y 'comuns' a favor de la autodeterminación, que es el centro de batalla que está habiendo en este país. A favor de los derechos sociales, que todas las administraciones se cuadren para defender derechos", lanzó la número uno, Mireia Vehí. Y ahondó en que desdeña la "unidad de plató" de la candidata posconvergente, Laura Borràs, mientras aboga por la "unidad para parar desahucios, para defender la gente que se moviliza". "Pero no puede haber unidad si nos envían a los Mossos", apuntaló contra los socios en el Govern. 

Vehí recordó su metedura de pata en el debate asegurando que fue el candidato de ERC Gabriel Rufián quien acudió a una boda con empresarios como Florentino Pérez, cuando se trataba del 'vicepresident' Pere Aragonès, y criticó que "comparta banquetes con los que desahucian, que cortan la luz y el agua, con los que nos echan de casa". "No habrá una salida democrática si no forzamos al Estado hasta desbordarlo. El PSOE es del mismo partido que avaló la transición, el partido de los del GAL que asesinaba gente en cal viva", insistió, y llegó a parafrasear al líder del PP, Pablo Casado: "Ni retrocederemos ni haremos presidente al que viene de partido que tiene las manos manchadas de sangre y de cal".

"Cortocircuitar el régimen"

"Ante la JxCat de Miquel Buch y la ERC que quiere vendernos al PSOE por cuatro migajas, que representan la claudicación, somos las ingobernables, las que no claudicamos", ha arrancado el diputado en el Parlament, Carles Riera, en esta ocasión, reconvertido en moderador del acto central de la CUP en Barcelona para convencer a los suyos de su salto al Congreso. Los anticapitalistas, que emulan su concurrencia a las generales como si de un partido de futbol se tratara, han llevado su parodia al público vendiendo bufandas del equipo 'La roja ingobernable'. Y así, de paso, incrementan sus fondos en una campaña gestionada desde la austeridad.

Los 'cupaires' gestionan sus contradicciones tras años desdeñando una concurrencia que entendían como la legitimación de instituciones del Estado. "Vamos a cortocircuitar el régimen", repitieron sus candidatos en el escenario. "Somos y continuaremos siendo un problema para el Estado, quien denuncia la represión y el mejor altavoz al mundo por la lucha de nuestro pueblo", apuntaló Riera, que llamó al voto asegurando que es la papeleta que "más daño hace al Estado".

"Vamos a enfrentarnos a un régimen entero, no a un partido u otro. Lo que tenemos delante es el régimen del 78", animó el número dos, Albert Botran, que no se guardó ningún dardo contra la "izquierda española" por "mirar hacia otro lado cuando el estado cierra filas con la represión". Botran trazó un discurso contra el poder judicial y el PSOE, y aseguró que el encarcelamiento de los miembros del ERT, filial de los CDR, es un "montaje".

"En este poder judicial se respira franquismo. Son los mismos que han condenado a los representantes políticos y a la vez absuelven a guardias civiles torturadores", apostilló. Vehí, incluso, acusó al Estado de "asesinar gente en la frontera" y dijo que su partido no quiere "ser cómplice y responsable del asesinato sistemático de personas".

"De las urnas del 10-N solo puede salir una cosa, un Gobierno de supervivencia del régimen, de más represión", continuó Botran, y aseguró que nada les frenará en el camino hacia la independencia. "Cada voto a la CUP es un mensaje de que no nos rendimos", abundó.

Además, los anticapitalistas censuraron que la independencia "es la vía más creíble para hacer política anticapitalista" y apostaron por la nacionalización de todos los bancos y de todas las empresas energéticas.