De Barcelona a Madrid

Vox se centrará en Catalunya y el teledebate

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el l der de vox santiago abascal en el acto de partido en c191031185500 / Antonio Sempere (Europa Press)

Juan José Fernández

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Con los acontecimientos que vive Catalunya, Barcelona no podía quedarse en escenario secundario para una campaña de Vox. Habida cuenta de que la formación de extrema derecha busca sus apoteosis de cierre de campaña en su altar de la plaza de Colón de Madrid, a L'Hospitalet, en la conurbación de Barcelona, le queda el papel de palanca de arranque.

Será, sin duda y por las crispadas circunstancias, un sonado banderazo de salida, después del cual, y a diferencia del resto de sus rivales del 10N, Vox cultivará los terruños del interior, paseando a sus figuras por pequeñas ciudades. De ahí Santiago Abascal en Santander el día 1 y en Oviedo –emblema de la Reconquista- el día 2, la misma jornada que Javier Ortega-Smith, el secretario general, dedicará a hacer mítines en Consuegra y Toledo, e Iván Espinosa de los Monteros, el portavoz en el Congreso, en Cuenca para pasar el día siguiente a Talavera de la Reina.

De 17 actos electorales de sus líderes principales, Vox organiza siete en ciudades de segundo orden por PIB o población. A esa España no urbana, pero también a sus reservas capitalinas representadas por Madrid y Barcelona, el partido de Abascal les llevará de nuevo el programa de las 100 medidas que paseó en los comicios del 28A, y una renovada advertencia de agonía de España en su extremo noreste.

Punto crucial

Habrá sin embargo cosas que matizar en la coreografía con respecto a la anterior campaña: no se promoverán cánticos legionarios al acabar los actos, por ejemplo, por más que Abascal últimamente no haya tenido problema en fotografiarse junto a banderas con la cruz de Borgoña, requeté y de los tercios viejos. En la precampaña, ha evitado su partido reactivar a la izquierda con sus mensajes más chirriantes.

El punto crucial de la campaña será el debate del lunes 4. Abascal no tendrá bolos el domingo anterior, para preparar un encuentro televisado al que la pasada campaña no pudo ir; y, según se filtró, para alivio de la cúpula de su partido, que temía una temprana exposición de sus carencias al medirse con sus rivales.