Rodalies acumula una decena de sabotajes desde la sentencia del juicio del 'procés'

Es muy difícil, quizás imposible, establecer una relación directa de causa-efecto entre la sentencia del juicio del 'procés' y los casos de sabotaje que ha sufrido la red de Rodalies en las dos últimas semanas. Pero que se hayan contabilizado una decena de vías vandalizadas en solo 15 días aporta información suficiente como para comparar y llegar a alguna conclusión. Según fuentes de Renfe, esa cifra de estropicios intencionados suele ser el acumulado de varios años. Así las cosas, todo parece indicar que el malestar por la decisión del Tribunal Supremo tiene mucho que ver con trayectos cortados, servicios alternativos y retrasos -añadidos a los habituales- registrados en las cercanías de Catalunya. 

El pasado 23 de octubre, la circulación de trenes de la R3 quedó interrumpida después de que un convoy chocara contra un árbol. No hubo heridos. Podía tener la culpa el mal tiempo, pero un rayo no suele cortar la vegetación con tanta perfección. Estaba claro que aquel enorme pino había sido talado en diagonal para que cayera sobre la estructura ferroviaria. La locomotora lo arrolló y se lo llevó por delante entre Les Franqueses y La Garriga, lo que obligó a dejar sin servicio el trazado durante cuatro horas. En la memoria de los maquinistas, el accidente del 9 de diciembre del 2014 en el que un árbol caído por la meteorología amputó la pierna a un conductor. 

Este mismo sábado se ha producido el último sabotaje hasta el momento, con un bloque de cemento y un palet de madera en medio de las vías que ha causado serios daños en la parte delantera de un tren de la línea R12 en el tramo entre Castellnou de Seana y Golmés. Renfe ha establecido un servicio alternativo de autobuses entre Lleida y Cervera. El tren ha quedado en el lugar entre primera hora de la mañana y las 14.30 horas, cuando ha podido ser retirado de la circulación. Tampoco parece en este caso que los objetos contundentes hayan llegado ahí por un vendaval o un despiste. Los hechos se han producido poco después de las ocho de la mañana y los 19 pasajeros, que han resultado ilesos, han seguido su camino por carretera. También ha habido quema de neumáticos, en la R11 entre Girona y Sant Miquel de Fluvià y en la R3 entre Puigcerdà y Urtx, ocupación de vías en varios puntos del territorio, y quema de cables de fibra óptica que afectaron a la alta velocidad entre Figueres y Barcelona.

El Sindicato Español de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios (SEMAF), hizo público hace unos días un comunicado en el que expresaba su "más absoluta repulsa puesto que las acciones llevadas a cabo han puesto en peligro la integridad física de los profesionales y de la ciudadanía". En el manifiesto, exigen a las autoridades que tomen "las medidas necesarias" para evitar estos sabotajes. En caso contrario, prosigue, no descartan ser ellos los que tomen cartas en el asunto. Es decir, que si no ven garantizada su seguridad, quién sabe si terminarán convocando una huelga. "Pedimos una profunda reflexión antes de continuar con las acciones que se están produciendo, ya que las consecuencias pueden ser gravísimas al poner en peligro la vida de las personas que diariamente hacen uso y desempeñan su profesión en los servicios afectados", reza el comunicado. 

Fuentes del Departament de Territori han explicado a este diario que por el momento no se ha hecho ninguna valoración de los sabotajes por parte de la Generalitat, cosa que se hará, previsiblemente, apuntan la misma voz, el próximo martes en rueda de prensa. Y sobre la afectación de estas acciones sobre la red de Rodalies: "Como Govern velamos por que en cualquier situación que se produzca se asegure el mantenimiento del servicio y en buenas condiciones; estamos en contacto con Renfe, como no podría ser de otra manera".