SEGUNDA SEMANA TRAS LA SENTENCIA

Interior teme una "violencia cronificada" con "dientes de sierra" el fin de semana

Un manifestante levanta los brazos junto a una hoguera durante la sexta noche de disturbios en Barcelona, este sábado en la plaza de Urquinaona

Un manifestante levanta los brazos junto a una hoguera durante la sexta noche de disturbios en Barcelona, este sábado en la plaza de Urquinaona / periodico

Luis Rendueles/ Vanesa Lozano

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Tras una primera semana "dura", los analistas de los servicios de información de Policía Nacional y Guardia Civil confían en un descenso de los actos violentos. El escenario que consideran más probable para los próximos días, según ha podido saber EL PERIÓDICO, dibuja "una posible cronificación de la violencia en las calles", que estará protagonizada por un par de miles de jóvenes.

Esa violencia, añaden las fuentes consultadas, podrá tener "dientes de sierra", es decir, aumentos de incidentes "algunas noches, preferentemente a partir del jueves". La intención, aseguran, es lograr el "agotamiento y el desánimo" de los agentes antidisturbios desplegados en Catalunya.

Los analistas de los servicios de información coinciden en señalar que "en el 2017, la calle seguía a los políticos y a los activistas; ahora los políticos han perdido el control, algunos como Torra han soltado el timón durante toda la semana, y han sido sobrepasados por la calle". Ante ese vacío, subrayan, "manda la calle", y en la calle, a partir de la caída de la tarde, "gobierna el 1% que quieren mucha violencia".

La edad media de los participantes en los incidentes más violentos es cada vez menor. El 16% de los 194 detenidos (31 personas) durante los disturbios ocurridos hasta el domingo tienen menos de 18 años, según pudo confirmar EL PERIÓDICO de datos de Interior. "Es un mensaje casi de acné juvenil el que está gobernando las calles, sobre todo de Barcelona", apuntan fuentes de los servicios de Información.

Como "ritual de iniciación"

Algunos de esos menores de edad, según estas fuentes policiales, que reciben y analizan información e imágenes sobre el terreno, participan de esa violencia como un ritual de iniciación o como un juego. "Hemos visto chavales muy jóvenes tirando piedras, les gusta participar en eso. Ellos lo ven como un videojuego de los que les gusta, de los más sofisticados, pero de carne y hueso, real: quemar Barcelona. Saben que la policía no va a ser muy agresiva con ellos y que hay solo un 1% de posibilidades de que los detengan. Crean una guerra de guerrillas, lanzan piedras reales, el fuego es real... Hemos visto vídeos e imágenes en las que se ve que se están divirtiendo. Hay una mezcla de inconsciencia y frivolidad en todo esto".

Los agentes infiltrados en las manifestaciones comprueban que por las noches "ya no se habla de la sentencia, solo de hacer daño". Entre quienes participan también hay un porcentaje elevado de extranjeros. El 13% de los detenidos hasta el domingo (25 ciudadanos) lo son. Primero llegaron anarquistas y antisistema alemanes y franceses. A partir del viernes por la noche, comenzaron a participar en las movilizaciones más violentas "muchos jóvenes marroquíes, incluso algunos menas (menores no acompañados)", subrayan fuentes policiales. Dos de esos adolescentes fueron detenidos en Girona, según las mismas fuentes.

La Policía Nacional trata ahora de localizar a los "ideólogos" que están detrás de esos jóvenes más o menos concienciados con la sentencia y la violencia.

Los Mossos, "irreprochables"

Fuentes de los servicios de información asumen que hubo situaciones "comprometidas" para los policías y también "imágenes dantescas" de las calles de Barcelona y otras ciudades catalanas, pero creen que la realidad está "razonablemente controlada", gracias, en parte, a la actuación de los Mossos d'Esquadra, que califican de "irreprochable". "La violencia que hemos visto en las calles por las noches no es nueva en países cercanos. Ni el uso de cohetes, ni de láseres o adoquines son nuevos. Todo eso ya se había visto en otros lugares", indican.

Los servicios de información insisten en que no se dio en Catalunya ni el segundo escenario: la "parada de país". "No funcionó, ni siquiera con la huelga del viernes. Las acampadas indefinidas fueron residuales y pasaron desapercibidas entre todo el escenario de violencia", explican. Y añaden el dato de que el consumo eléctrico de las empresas "solo cayó un 4,3%" respecto a un viernes normal.

Tampoco ha ocurrido el tercer escenario planteado como el menos probable, la aparición del temido cisne negro. Un hecho sorprendente e inesperado que cambiaría todo, como lo fueron las cargas policiales del referéndum del 1 de octubre y lo pudo ser el intento de toma del aeropuerto de El Prat si hubiese tenido éxito. Aunque las fuentes consultadas insisten en la prudencia y advierten mucho más riesgo en las movilizaciones sorpresivas y menos agresivas del Tsunami Democrátic. "De momento, no ha ocurrido nada inesperado, ningún cisne negro, pero no olvidemos que una sola chispa hizo arder la Catedral de Notre Dame".