REACCIONES A LA SENTENCIA DEL 'PROCÉS'

Solidarios en la protesta

Manifestantes en Via Laietana, el sábado.

Manifestantes en Via Laietana, el sábado. / periodico

Roger Pascual

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La madrugada del jueves al viernes Carlos Márquez Daniel, periodista de EL PERIÓDICO, recibió en la pierna el impacto de un disparo de foam de los Mossos. Rápidamente aparecieron unos chalecos amarillos que se encargaron de atenderle. Son los Sanitaris per la República, un grupo que ofrece los primeros auxilios a los heridos. 

Esta plataforma independentista, que cuenta con más de 700 afiliados, nació hace un año para ser el "primer punto de referencia para personas heridas" en "manifestaciones de riesgo". "Atendemos a todo el mundo, sean Mossos, policías nacionales, de Vox, de la CUP, sin mirar ideologías", afirma Màrius, fundador de Sanitaris per la República, que añade que los heridos que más les han impactado han sido los que han perdido un ojo.

No son el único grupo sanitario que opera estos días. También ha surgido Street Medics BCN, que agrupa a unos 80 sanitarios como Alberto y Pol, que explican que esta iniciativa echó a andar la semana pasada. También lucen chalecos amarillos pero destacan su neutralidad ideológica, a diferencia de Sanitaris per la República o Bombers per la República.

Situaciones de tensión

Junto a los chalecos amarillos de los sanitarios solidarios aparecen los verdes de Som Defensores, que agrupa a organizaciones que trabajan en la defensa y protección de derechos humanos como Novact, Iacta, ACDDH, La Fede o Irídia. El Centro de Recursos de Derechos Humanos del Ayuntamiento de Barcelona ha reforzado precisamente el servicio gratuito del Centro Irídia para atender a las personas heridas o afectadas por las cargas policiales o por diferentes situaciones de estrés, ansiedad o angustia vinculadas a la tensión en el marco del ejercicio del derecho a la protesta. 

La iniciativa de la que más se ha hablado en las últimas horas es En Peu de PauMartí Olivella, que conoce bien el mundo de la resistencia no violenta porque ya fue uno de los primeros objetores de conciencia en los 70, abanderó esta plataforma hace dos años. Tras cinco días de disturbios, el sábado recogieron el espíritu de la resistencia pacífica para frenar los conatos vandálicos. "Varios colectivos reunidos desde hace dos años en En Peu de Pau creamos un espacio ante el cordón de la policía que había en la parte alta de Via Laietana, al lado de la plaza Urquinaona", afirma. Y celebra que aquella concentración terminara, seis horas después, "sin un solo herido". Tras aplaudir que el domingo también acabara sin casi incidentes, cree que su propuesta gana adeptos. "Nadie sabe qué pasará pero en dos días casi un millar de personas se ha inscrito en el canal de Telegram", destaca.