ENTREVISTA A LA PRESIDENTA DEL CONGRESO Y CABEZA DE LISTA DEL PSC EN LAS GENERALES

Meritxell Batet: "Tras la sentencia hay que abordar la crisis territorial"

El Periódico entrevista a Meritxell Batet

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Gemma Robles / Roger Pascual

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En vísperas de la sentencia del ‘procés’, ¿qué escenario prevé en las próximas semanas dentro y fuera de Catalunya?

El Partido Socialista acatará la resolución y se pondrá a trabajar en el después. Desde la política hay que abordar soluciones políticas al conflicto territorial.

El independentismo, aunque con matices, habla y ha llevado al Parlament en forma de iniciativa la ‘desobediencia’.

Sería bueno que asumieran que han fracasado. Que lo que hacen es engañar a la gente. No asumen que la desobediencia, la unilateralidad y el derecho de autodeterminación han conducido al desastre, provocando dolor y división. Deberían asumir que esta vía conduce a un callejón sin salida y empezar de verdad a ofrecer a soluciones.

Junto a la desobediencia toma fuerza en el independentismo el mensaje de una amnistía. ¿Cómo lo valora?

Sería irresponsable anticipar escenarios. Pero es bueno recordar que las amnistías están pensadas para pasar de régimenes no democráticos a democráticos, como pasó en España. Este no es el escenario actual: España es un Estado social, democrático y de derecho consolidado. Las garantías democráticas funcionan y, por tanto, no tiene cabida la amnistía. Creo que es otra forma de seguir engañando.

Y si hubiera condenas, ¿entra en lo probable que un Consejo de ministros socialista estudie peticiones de indulto?

Hay que dejar a los jueces emitir la sentencia sin distorsión. Hay que velar por la separación de poderes y nada más.

Si tras el 10-N hay gobierna el PSOE, ¿qué hay que hacer con Catalunya? ¿Pueden restablecerse la comunicación con el Govern de Torra o esperarán a las elecciones catalanas?    

El Gobierno socialista, desde el primer segundo, abrió todos los canales de diálogo que nuestro ordenamiento jurídico da: comisiones bilaterales, sectoriales... Esa línea no se puede perder. Hay que abrir una línea de normalidad institucional. Para eso tiene que haber voluntad por ambas partes. Yo he visto mucha más del Gobierno de España que de la Generalitat, cuyas declaraciones constantes parecen querer alejarse de la vía de solución.

El independentismo hablando de desobediencia y amnistía. Y  el Gobierno apuntando al 155  y Ley de Seguridad Nacional. ¿Se siente cómoda?

Comodidad no creo que sea lo que mejor define este escenario. Pero el escenario que quiero contemplar es que la Generalitat va a respetar la legalidad. Cuando en Catalunya se vulneró la ley el Estado reaccionó y el PSOE estuvo con el Gobierno. Quien provocó el 155 fueron fuerzas independentistas. Lo ináudito sería que ante la vulneración de la legalidad un Gobierno no hiciera nada.

En la campaña de abril usted defendía que los catalanes debían elegir entre 155 o autogobierno…. ¿qué defenderá ahora el PSC?

Exactamente lo mismo: una solución de consenso y convivencia para rebajar la crispación. Continúa habiendo partidos llamando a la desobediencia, unilateralidad, movilizaciones, tsunamis...hablando solo a una parte de los catalanes y otros partidos que alimentan la crispación con actuaciones y declaraciones. Ninguna de estas vías ofrece la solución. Creo que la opción del Partido Socialista sigue siendo la más eficaz: respeto a la legalidad, defensa del Estatut y diálogo. Y garantizar la convivencia. Lo dice el presidente del Gobierno: el problema en Catalunya no es la independencia, es de convivencia. 

¿Hay motivos para sacar la Ley de Seguridad al mismo tiempo que se destaca la coordinación y el buen trabajo de los Mossos por parte del Gobierno central? 

El Gobierno está diciendo que haya tranquilidad y seguridad de que hará, igual que hasta ahora, lo más eficaz y útil en cada momento. Si los independentistas acaban provocando se tendrá que reaccionar de forma proporcional para restituir la legalidad. 

El independentismo les acusa de tratar de forzar la imagen de que en Catalunya hay violencia. ¿Hay violencia en Catalunya? 

Hay un deterioro de la convivencia, hay una crispación que no existía. Las últimas detenciones merecen presunción de inocencia, pero la presunción de capacidad de los Cuerpos de Seguridad y del Poder Judicial también hay que reconocerla. Es muy grave que Quim Torra no condenara rotundamente cualquier tipo de violencia. Eso no es romper con la presunción de inocencia, es dejar las cosas claras. Precisamente porque representan un movimento que hasta ahora ha defendido, y con razón, que ha sido pacífico... razón de más para desvincularse de cualquier tipo de violencia. Esa línea roja no se puede traspasar. A cualquier ciudadano de este país que oye la palabra ‘explosivos’ no le gusta. Las instituciones tenemos que ofrecer seguridad. Fue lamentable escuchar en el Parlament gritos de «libertad, libertad».

¿Le parece irresponsable también que haya quien diga que esto esto es el País Vasco en los peores años de ETA? 

No hay que minimizar ni generar alarmas.  

Gran parte de la ciudadanía cree que los  políticos han sido incapaces de hacer los deberes. ¿Hace autocrítica?  

Tiene razón. La principal prioridad del Congreso es investir a un presidente. Todos éramos conscientes de que el 28-A uno ganó doblando al segundo, que no había suma alternativa y aun así todas las fuerzas han bloqueado y provocado que vayamos a elecciones. A veces es fácil criticar el resultado. Nadie quería estas elecciones. Pero los escenarios alternativos no parecen mucho mejores que volver a dar la palabra a los ciudadanos.

¿Teme que la abstención no tenga piedad con la izquierda después del espectáculo negociador de los últimos meses? 

Si no vas a votar, los otros van deciden por ti. Los votantes de izquierda tienen claro que al no ir a votar para castigar a los políticos los castigados podemos ser todos con un gobierno con políticas regresivas y que no afronte de la forma adecuada los retos del país. Estoy convencida de que el 10-N volverán a votar aún frustrados porque saben lo que nos jugamos. Salimos a volver a ganar en España y yo a ganar en Catalunya. Cuando el PSC gana en Catalunya es muy posible que haya Gobierno socialista en España.