10 AÑOS DE LA CONSULTA

Arenys de Munt prendió la mecha

Los impulsores del primer referéndum sobre la independencia vitorean su gesta como preludio del 9-N y el 1-O

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jregue11339138 arenys de munt barcelona 20090913 referendum en poblacio190913191510 / SERGIO LAINZ

Júlia Regué

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"De 2.671 votos emitidos: 12 nulos, 29 en blanco, 61 noes y 2.569 síes. Aquí comienza nuestra independencia". Arenys de Munt se convirtió el 13 de septiembre del 2009 en el preludio de otras 553 consultas en municipios catalanes, en la mecha del 9-N y del 1-O. Pero su gesta se reconvirtió también en el embrión de la Assemblea Nacional Catalana (ANC) y la Associació de Municipis per la Independència (AMI). En aquel entonces, hace 10 años, el Tribunal Constitucional deliberaba sobre el Estatut, el independentismo desfilaba sus aspiraciones por Bruselas bajo el lema 'We want a Catalan State' ('Queremos un Estado catalán') y trasladaba sin éxito la petición de celebrar un referéndum a la Mesa del Parlament. 

En Arenys de Munt iban por delante. Hacía tres años que cavilaban la posibilidad de celebrar una consulta. En el 2006, el movimiento ecologista se lamentaba en un bar por haber perdido una segunda votación sobre la riera. Uno de las activistas, Pep Jordana, conocedor de la ley de consultas populares fustigado por los incumplimientos del consistorio, espetó: "Viendo lo mal que se hacen estas consultas, y que la pregunta es lo de menos, podríamos preguntar incluso por la independencia", recuerda en una conversación con este diario. El grupo recibió el comentario con sorna, pero uno de ellos, Josep Manel Ximenis, lo recogió como un encargo. Plasmó la idea en el programa electoral de la CUP, que él lideraba en el municipio, y creó el Moviment Arenyenc Per a l’Autodeterminació para poder vehicular la consulta a un ente privado.

El 4 de junio del 2009, Ximenis presentaba ante el consistorio una moción que se aprobaría por 11 votos a favor (AM2000, ERC, CiU y CUP) y dos en contra (PSC): "Hablar de un referéndum era de locos. La moción era una cortina de humo". La aprobación no tuvo ningún tipo de repercusión hasta que, días después, El Punt la colocó en portada. El alcalde, Carles Móra, explica que llamó a Ximenis escandalizado: "Desmiéntelo porque no es lo que aprobamos", le reclamó, pero el edil le replicó que la información era correcta y que quedaba recogida en el texto aprobado. Móra, incrédulo, abrazó la idea. La pregunta sería la propuesta en la ILP que desestimó la Mesa del Parlament y, la fecha, el aniversario de la hija de Ximenis.

Irrumpe la Falange Española de la JONS

"Comenzaron las amenazas, las llamadas y las pintadas", recuerda Ximenis, y explica que la Falange Española de las JONS lanzaba de noche papeletas intimidatorias. Algunos vecinos señalaban a los impulsores de la consulta como los artífices de la tensión, ante el miedo a repetir la foto de 1979, cuando aparecieron en Arenys para protestar contra el derrocamiento de un símbolo franquista. "Todo eso nos sirvió para poner en evidencia que se podía votar sin problema, que podíamos superar el miedo, autoorganizarnos y que la extrema derecha podía hacer lo que quería con artilugios deep state del Estado español", asevera Ximenis.

A principios de septiembre, el líder de Cs, Albert Rivera, presentó una petición a la Delegación del Gobierno para frenar la consulta. El abogado del Estado, Jorge Buxadé, excandidato de la Falange y hoy eurodiputado de Vox, presentó otro recurso. Horas más tarde, el juzgado contencioso 14 de Barcelona suspendió el acuerdo del pleno alegando que excedía sus competencias.

"Entonces pasamos a ser unos héroes. Me llamaron de un periódico y  dije: ‘Es fantástico, estábamos jugando en tercera regional y ahora jugamos la Champions’", recuerda Ximenis. Móra acató la resolución: "Si no, ¿quién hubiese venido a quitar las urnas? Los Mossos, por orden judicial. Había quién quería ver esta imagen pero no quise porque es nuestra policía".

Votación festiva

La votación se celebró sin contratiempos en una entidad cultural con la participación de un 41% del censo, superior a la de las consultas sobre el Estatut o la Constitución Europea. La Falange Española de las JONS organizó una manifestación, pero los independentistas la contraprogramaron. Un cordón policial evitó incidentes. "Conseguimos que el pueblo se uniera y se empoderara. Ahí supimos que habría un antes y un después", concluye Móra. 

Ambos ven ahora al independentismo "desorientado", critican la pugna entre partidos y recetan "autoorganización popular": "Pudimos hacer la consulta sustituyendo una institución pública: urnas, papeletas y censo universal", insisten.