Ofrenda bajo la lluvia

La ofrenda floral a Rafael Casanova con motivo de la Diada de Catalunya quedó este miércoles empañada. La lluvia deslució el acto en el que desfilaron instituciones, partidos políticos, sindicatos y entidades para agolpar flores y lazos amarillos a los pies del monumento al mártir del 1714. [Sigue las últimas noticias de la Diada de Catalunya 2019 en directo.]

El 'president' Quim Torra, junto al resto de miembros del Govern, dio el pistoletazo de salida a las conmemoraciones pasando revista a una formación de los Mossos d’Esquadra vestidos de gala. El mal tiempo obligó a prescindir de la banda y 'Els Segadors' se reprodujeron con música enlatada. Mientras sonaba, desde un hotel de la calle colindante alguien activó el himno de España durante unos minutos. La conmemoración siguió su guion, en esta ocasión con muy poco público.

Fue entonces el turno del Mesa del Parlament, encabezada por el presidente de la Cámara catalana, Roger Torrent, con la ausencia de los representantes de Ciutadans. A la comitiva del Ayuntamiento de Barcelona, liderada por la alcaldesa Ada Colau, se le sumó el único edil popular, Josep Bou, que ya había anunciado su participación pese a que el PPC no se suma a este tipo de actos. "He venido a rescatar su figura, no puede ser que el separatismo le tenga secuestrado. Nunca quiso separarse de España. Fue una guerra dinástica pero nunca separatista. Quiero que sea la figura de un gran españolazo que abrazó la catalanidad como lo hago yo", sentenció ante los periodistas, visiblemente emocionado.

La "excepcionalidad" política volvió a guiar este tradicional evento. Independentistas y 'comuns' subrayaron que reina la "anormalidad" porque es la segunda Diada con la cúpula del 1-O entre rejas, una futura sentencia del Tribunal Supremo sin acuerdo y también por la incertidumbre sobre una repetición electoral en España. Los socialistas, por su parte, reclamaron "diálogo" para superar la confrontación.

El líder del PSC, Miquel Iceta, llamó a aprovechar la Diada para "abrir un nuevo capítulo" que permita superar la "división" que ha generado el debate sobre la independencia para buscar nuevos consensos que puedan aglutinar a una "mayoría" de la sociedad catalana. La líder del grupo parlamentario de Catalunya en Comú Podem, Jéssica Albiach, puntualizó a Iceta: "Estamos de acuerdo, pero la unidad civil no puede ser sin la libertad de presos", aseveró. La alcaldesa Ada Colau reclamó "responsabilidad" al PSOE y a Unidas Podemos para forjar un acuerdo que evite una repetición electoral, algo que también exigieron los sindicatos CCOO y UGT.

La portavoz del Govern, Meritxell Budó, animó a participar en la manifestación de esta tarde "masivamente, cívicamente y pacíficamente", para defender "el derecho a la democracia y recuperar los derechos y libertades". El representante de JxCat, Albert Batet, reivindicó "los héroes del 1714 y los héroes del 1-O" y aseguró que "la represión de ahora no vence a Catalunya, como no venció en 1714". El presidente del PDECat, David Bonvehí, espetó que en su partido están "orgullosos de lo que hicieron hasta el 2017, que en ningún caso consideramos que sea un delito". 

Por su parte, el presidente del Parlament instó a la "construcción y el reforzamiento de las mayorías que no quieren más represión" y defendió que el fallo del Tribunal Supremo "marcará los límites de la democracia", un mensaje que repitió la portavoz de ERC, Marta Vilalta. 

Por otro lado, la extrema derecha volvió a hacer acto de presencia en el homenaje al que fuera 'conseller' en cap de la Generalitat. Representantes del Moviment Identitari Català (MIC) y de Renaixença Catalana prendieron botes de humo y gritaron consignas como "Catalunya catalana" y "Viva Terra Lliure".