LA ENCRUCIJADA CATALANA

El casco amarillo y el tsunami, nuevos símbolos independentistas

Imagen de la campaña de los cascos grocs de un grupo de Reus.

Imagen de la campaña de los cascos grocs de un grupo de Reus. / periodico

Berta López

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Quedan pocos días para el 11 de septiembre, la Diada, el medidor de fuerza del independentismo. Una Diada que llega marcada por el distanciamiento de las posiciones de los dos principales partidos independentistas. El pacto de la Diputación y la cuestión de la investidura de Sánchez acabó de materializar ese distanciamiento y cambio de roles: ERC ha tomado el camino de la moderación y la apuesta del diálogo, mientras JxCat -y especialmente el sector 'puigdemontista'- sigue abogando por el bloqueo y el 'no' rotundo a Sánchez.

Objetivo: independencia

Este año, la manifestación organizada por la Assemblea Nacional Catalana, quiere poner de manifiesto que a pesar de las distintas ideologías, existe un objetivo en común: la independencia. Este será precisamente el 'leitmotiv': la "unidad estratégica" y para simbolizarla los manifestantes confluirán en la plaza de España desde las seis vías limítrofes. Por primera vez, los organizadores han decidido que en esta ocasión,  los políticos no contarán con un espacio reservado en la cabecera de la performance, sino que el 'VIP' lo ocuparán personajes de la sociedad civil. Con este clima de dispersión, que la ANC está tratando de remediar, el principal reto será tratar de igualar la participación del año pasado, que según la Guardia Urbana rondó el millón de asistentes.

Convocatorias paralelas

Al hacerse público el formato de manifestación de este año y especialmente durante estos últimos días ha ido surgiendo un batiburrillo iniciativas, tanto paralelas como compatibles con el acto de la ANC. Una de las primeras que apareció fue la de rodear el Parlament, en vez de ir a la cita de la Assemblea. Los impulsores, que consideran que el formato 'performance' ya ha dejado de ser efectivo, critican el papel que han asumido los partidos independentistas, olvidando el legado del 1 de octubre del 2017 y hacen un llamamiento a "reivindicar nuestro voto, que fue para hacer la independencia y no la autonomía".

Respuesta a la sentencia del 1-O

Otra de las iniciativas es 'Tsunami Democràtic', que apareció a principios de esta semana en las redes. El movimiento, que de momento parece tener el apoyo de los distintos sectores del independentismo no tiene como objetivo diseñar nuevos actos para la Diada sino que pretende articular una respuesta conjunta a la sentencia del 1-O.

En el comunicado que emitieron el día de su formación, reconocían la "desorientación y la frustración acumuladas como consecuencia de la represión" pero hicieron un nuevo llamamiento a la movilización. "Para volver a generar esperanza hace falta ponernos en marcha", consideraban. Así, aseguran que iniciarán la "lucha por los derechos fundamentales" y que lo harán "democráticamente, con determinación y de forma organizada". Este jueves, muchos municipios catalanes despertaron con carteles y pancartas con el lema "cambiamos el estado de las cosas" y la firma de Tsunami D.

Emulando a Hong Kong

Pocos días antes que el Tsunami, aparecieron los 'Cascos Amarillos', que como tantas otras iniciativas nacieron en Twitter, inspirados en las manifestaciones que durante 13 semanas han inundado las calles de Hong Kong. La idea consiste en lucir un casco amarillo durante la manifestación de la ANC "como símbolo de acción no violenta y a la vez como herramienta de protección contra la represión del estado español contra el independentismo catalán". Así lo han explicado ellos mismos a través de la red social, donde también apuntan que "están hartos de tanta pasividad y renuncias acumuladas estos dos últimos años".

En su perfil, que de momento cuenta con poco más de 300 seguidores, anuncian que "comparten el objetivo independencia de la Assemblea" y que durante la manifestación de la Diada llevaran a cabo "una acción no violenta" que darán a conocer "próximamente".

Las reacciones no han tardado en llegar. Como cualquier de las propuestas y decisiones que se han ido tomando respecto a la estrategia independentista, la iniciativa ha topado tanto con eufóricos como con detractores: "Basta ya de hacer el imbécil", "buscaros un trabajo", "¿y si buscamos iniciativas que como mínimo eviten que Europa y el mundo se ría de nosotros?" o "merecemos ser oprimidos" son algunos de los comentarios más reticentes que ha recibido la propuesta.

Otros usuarios lo han considerado "un símbolo muy potente" o "la imagen de construir, de trabajar, de estar activos". Un grupo de personas de Reus hasta han hecho un vídeo incitando a llevar el casco en la Diada para "construir la república".