ERC pide "respeto" al PDECat tras la andanada de Bonvehí

La portavoz de ERC, Marta Vilalta, atiende a los medios de comunicación.

La portavoz de ERC, Marta Vilalta, atiende a los medios de comunicación. / ENRIC FONTCUBERTA

Xabi Barrena

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ERC tiene dos tipos de razones para no entrar en polémicas cuando recibe una andanada verbal de un oponente independentista. La primera la usan para evitar un vendaval de contrarreacciones que acabe provocando aquello del remedio y la enfermedad. Es una forma de actuar que es hija de la experiencia y de cierto síndrome que les impide hacer otra cosa que no sea callar, hacer de tripas corazón y aguantar. Este proceder era típico de sus cuitas con la CiU de Artur Mas, por ejemplo. Y actualmente, con los mensajes que llegan de Waterloo por parte de un Carles Puigdemont que sigue teniendo su tirón electoral, incluso, entre quienes se manifiestan de ERC.

Hay otra manera de no responder. Esta manera transmite cierto desdén y parecida al universal proceder de las cúpulas de los partidos con cualquier sector crítico que les aparezca en su horizonte. Un ‘no te haremos el favor de ponerte el mapa’. Un ninguneo.

La no respuesta a las palabras del presidente del PDECat, David Bonvehí, el domingo, acusando a ERC de haber “aparcado el independentismo” y de tener tics “convergentes” corresponde a esta segunda categoría. No todo la posconvergencia da el mismo temor.

Ya el domingo los republicanos prefirieron no entrar al trapo (“seguimos de vacaciones”, señaló un miembro del partido a este diario). Y el lunes, la portavoz, Marta Vilalta, se limitó a a reclamar un trato de “respeto”, porque si se da “seguro que el independentismo será más fuerte”.

La lista de descalificaciones por parte de los posconvergentes se ha ampliado este verano. Y la encabeza el famoso tuit del diputado, y próximo a Puigdemont, Albert Batet en que tildó, en cuanto se supo que ERC iba a abstenerse en la segunda votación de la investidura de Pedro Sánchez, a los republicanos de “Pagafantas”, término que la Wikipedia define como: “Se dice de aquella persona que actúa para agradar a otra, no atendiendo a su propio beneficio, a la espera de alguna retribución improbable en el futuro. Tonto útil”.

El centroderecha

Vilalta, eso sí, ha recurrido al mapa ideológico para dejar claro que, entre ERc y PDECat hay un océano de separación. Así, animó a Bonvehí a trabajar para fortalecer el "espacio de centroderecha" independentista, que cree que es el que representa esta formación, que se encuentra en un debate interno sobre como articularse.

De hecho, en la segunda parte de la entrevista de Europa Pressa, el propio presidente del PDECat viene a dar la razón a Vilalta al apuntar sus baterías contra la Crida, la organización diseñada por Puigdemont.

Bonvehí reivindicó el legado y la historia de su partido ante la Crida Nacional per la República, a la que emplazó a precisar si quieren ser el "relevo" de su formación en el marco de la reordenación del espacio de JxCat.

"Si la Crida quiere ser el relevo del PDeCAT o quiere representar lo que representaba el PDeCAT, que se diga, pero creo que el espíritu fundacional de la Crida era otra cosa", sentenció

Para Bonvehí, no es coherente que la Crida pida la disolución del PDEcat y no del resto de partidos independentistas, y recuerda que nació como un movimiento que quería agrupar a todo el independentismo.