LA ENCRUCIJADA CATALANA

Junqueras unge a Aragonès como candidato de ERC a la Generalitat

Pere Aragonès

Pere Aragonès / EFE / ALEJANDRO GARCIA

Xabi Barrena

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Pese a que tanto Pere Aragonès, a principios de agosto, como Joan Tardà, la semana pasada, fueron vinculando a ERC con la idea de que haya elecciones en Catalunya, fue Oriol Junqueras el que, el pasado lunes, acabó con un tabú de los republicanos. El líder de ERC, cuando dijo aquello de que no había descartar "un adelanto electoral" como respuesta a la sentencia del 1-O, finiquitó los miedos que rodeaban a su fuerza a ser tildados de oportunistas por pedir elecciones al abrigo de unas encuestas que les son favorables, y dejó en el aire la pregunta de quién sería el candidato republicano a estas elecciones.

Todos aquellos cargos del partido a los que este diario ha preguntado han respondido que el candidato es el propio Junqueras. Una forma de expresar que antes y después del congreso de este otoño, y antes y después de las próximas elecciones, quien manda y mandará es 'el jefe', como se conoce a Junqueras en el partido.

Dicho esto, y previendo una sentencia condenatoria (aunque fuera leve), es obvio que el candidato no será Junqueras. En los últimos meses, la cuestión ha ido de boca en boca en la sede de la calle de Calàbria de Barcelona, pero siempre en el ámbito privado. El partido no ha abordado aún en ningún cónclave la cuestión, según coinciden varias fuentes.

Los nombres que se ponen en la quiniela son cuatro. A diferente nivel. En el primero habría un derbi de 'jóvenes', entre el propio Aragonès y el presidente del Parlament, Roger Torrent. Una tercera vía, con el fin de evitar una batalla fratricida e, incluso, ahuyentar toda lectura en clave sucesoria de Junqueras, es Joan Tardà. Aun a espaldas de sus propios deseos, que no son otros de ir dejando la primera línea. Pero cabe recordar que, en el plan de contingencia plan de contingenciaque manejaba Junqueras en el invierno del 2017, en caso de inhabilitación propia tras el referéndum, se guardaba un posible papel clave para el exdiputado al Congreso.

Y aún una cuarta, acaso un simple esbozo de lo que puede venir en un futuro, es decir, que ni los que lo mentan consideran que tenga opciones en este turno, es Gabriel Rufián

Mejor candidato, mejor 'president'

Aragonès y Torrent son dos perfiles complementarios. Al presidente del Parlament le acompaña una aureola de carisma y un innegable empaque como candidato. El vicepresidente, por su parte, como 'conseller' de Economia y, antes, como secretario del departamento, se conoce el Govern y sus vericuetos. "Uno sería un gran candidato; el otro, un gran 'president'", simplifica una de las varias voces consultadas.

El entorno de Torrent no confirma ni desmiente que el president del Parlament vaya a concurrir a las primarias. No hasta que se convoquen. Sí señala que si Junqueras no es el candidato, este debe de "representar los valores republicanos y los grandes consensos de país". "Por suerte, en el partido hay mucha gente preparada para asumir estas responsabilidades. También mujeres, que suelen quedarse fuera de las quinielas", sentencia esta voz.

Unas líneas atrás se ha aseverado que Junqueras manda y mandará. Y en virtud de ese poder, según vuelven a coincidir varias fuentes, él ya ha elegido. En una reunión en el Centre Penitenciari Lledoners, fechada por un alto miembro del partido "en julio", Junqueras ungió a Aragonès como candidato a la presidencia de la Generalitat.

Es desde entonces que el vicepresidente -actual líder extramuros del partido, también bendecido por Junqueras, y que en el próximo congreso asumirá aún mayor rango de relevancia- que recorre las secciones locales del partido. La eventual falta de carisma de Aragonès preocupa a una parte de la dirigencia del partido. Otros, quizá recordando el ejemplo (con perdón) de José María Aznar, afirman que el "carisma se construye".

Suave en las formas

En esta línea de construcción del futuro candidato, no es descabellado incluir, como bien detectó el representante de los 'comuns' en la comisión de Economia del Parlament, David Cid, en la comparecencia del republicano para explicar el cierre de caja del Govern ante los incumplimientos financieros del Ejecutivo de Pedro Sánchez.

Y es que Aragonès, como discípulo aventajado de Junqueras, es un fiel seguidor de la doctrina 'suave en las formas, duro en el fondo'. Negociador, junto con Elsa Artadi, con la vicepresidenta Carmen Calvo, hasta que se rompieron las conversaciones e interlocutor republicano con Pedro Sánchez, a Aragonès le faltaba un poco de dureza de formas. Y la consiguió con una más que solvente comparecencia y el anuncio de que llevaría al Gobierno a los tribunales.

Una voz cercana al sector crítico recientemente nacido alrededor del Col·lectiu Primer d’Octubre señala que su apuesta como candidato es "aquel al que elija la militancia", en una obvia referencia a las elecciones primarias. Falta por ver si además de Aragonès se presenta alguien más. La opinión de Junqueras, como en todo, pesará mucho. Asimismo, habrá que esperar si, cuando se dé el pistoletazo oficial, los críticos presentan a alguien con aspiraciones a obtener los mínimos avales requeridos y llevar a Aragonès las urnas internas. La dirección lo duda.