ACUERDO O ELECCIONES

La contraoferta de Iglesias deja la investidura en punto muerto

Combo de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias durante el debate de investidura que se ha saldado con la segunda votación fallida para Pedro Sánchez, el 25 de julio del 2019

Combo de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias durante el debate de investidura que se ha saldado con la segunda votación fallida para Pedro Sánchez, el 25 de julio del 2019 / periodico

Iolanda Mármol

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La investidura sigue varada en la vía muerta del desencuentro entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez. La última maniobra del líder de Unidas Podemos, que este martes cambió propuso varios modelos de coalición, no ha logrado encarrilar las negociaciones, no disipa la sensación de fracaso y plantea una incógnita descarnada. ¿Vamos a asistir ahora a un intento veraz para alcanzar un acuerdo o estamos ya ante los primeros fuegos artificiales de una nueva campaña electoral?

Las pistas, de momento, son descorazonadoras. El PSOE considera que la oferta que Iglesias puso sobre la mesa este martes es “inviable”, una respuesta que ha "sorprendido" a Iglesias. El jefe podemista acepta ahora una coalición aunque no consiguiera el ministerio de Trabajo, algo que en julio defendió como irrenunciable y que desencadenó el fiasco de la investidura fallida. Tras admitir a los suyos que arriesgó demasiado presionando a Sánchez, Iglesias plantea ahora cuatro posibilidades. En todas reclama la creación ‘ad hoc’ de una vicepresidencia de Derechos Sociales e Igualdad y tres ministerios. En dos de las cuatro propuestas desaparece el de Trabajo pero reclama, a cambio, Transición Energética, una área a la que el PSOE se aferra.

"Dejemos los reproches y la arrogancia a un lado y pongámonos a negociar en el punto en que quedó la coalición", defendió en una entrevista en Antena 3 en la que advirtió de que si no hay cogobierno, no hay acuerdo. "Nosotros no entregamos investiduras gratis", defendió. 

Los socialistas agradecen el intento, pero aducen que la oferta de coalición ha expirado, que la desconfianza permanece y apuntan a otros caminos, que no concretan. “Creemos que una vez se ha evidenciado inviable la fórmula de coalición, es deber de todos los partidos, también de UP, explorar otras fórmulas de gobernabilidad para España. Invitamos a UP a trabajar en esta dirección”, respondió el PSOE en un comunicado en el que se subraya la ausencia de  sintonía en cuestiones fundamentales como la crisis catalana.

La posición de los morados al respecto ha sufrido considerables vaivenes. Defendieron el derecho de autodeterminación y referéndum, pero ahora, en aras a allanar su entrada en la Moncloa se conforman con “impulsar una Mesa de Diálogo multilateral sobre Catalunya” que contribuya al "acercamiento institucional" entre la Generalitat y el Gobierno para buscar "soluciones y diagnósticos comunes al conflicto territorial”.

Sintonía programática

Más allá de la crisis catalana, el PSOE reconoce que hay entendimiento en lo programático. La propuesta de Unidas Podemos está basada en el documento elaborado por el PSOE “España Avanza” y en el acuerdo presupuestario que ambas formaciones rubricaron el otoño pasado, cuando los recelos mutuos hibernaban bajo las alfombras.

Con el programa de gobierno desgranado (119 páginas) que propone Podemos, Sánchez lo tiene relativamente fácil para pedir el voto a Iglesias comprometiéndose a implementar esas medidas en solitario, pero el líder morado insiste en que su partido debe estar en la Moncloa para garantizar que se cumplan.

Lo cierto es que los movimientos que den a partir de ahora pueden conducir tanto a un acuerdo como ser una mera escenificación pública cuando, en realidad, se preparan para afrontar elecciones el 10 de noviembre. Iglesias deja un claro aviso a navegantes: "Pedro se equivocaría si por escuchar a quienes les enseñan encuestas estupendas hiciera a los españoles votar otra vez, porque están hartos de que les tomen el pelo".