"Intento que la unidad independentista no sean solo palabras"

La alcaldesa de Girona, Marta Madrenas (Girona, 1967), abogada de formación, entró en política como independiente en 2011 de la mano del entonces edil de la ciudad Carles Puigdemont, que la colocó de ‘número 3’ en la lista de CiU a las municipales, un partido al que se afilió después del 11 de Septiembre de 2012 cuando escuchó al expresidente Mas poner el partido a disposición del pueblo de Catalunya para alcanzar el Estado propio.

-El expresidente Puigdemont acaba de publicar 'Reunim-nos (Reunámonos)', libro en el que urge a recomponer la unidad del independentismo. ¿Comparte esta visión?

-Coincido al cien por cien con la tesis del ‘president’. La unidad es la clave, la única fórmula posible para alcanzar la independencia, que es la única herramienta que hará factible que los catalanes accedan al estado del bienestar que se merecen. Desde Girona he intentado que esto no sean solo palabras y lo hago con compromiso y ejemplo para que la unidad se extienda como una mancha de aceite, porque me incomoda la exigencia de unidad y la poca práctica que ejercen algunos. No quiero moralizar ni aconsejar a nadie y me niego a hacer críticas en negativo sobre la unidad en el seno de las entidades, asociaciones o grupos políticos que están trabajando en la misma línea de la fórmula de la independencia.

-Trasladada al Ayuntamiento de Girona, esta ansia de unidad no se ha traducido en un acuerdo de gobierno con ERC y Guanyem Girona (impulsado por la CUP) que le han otorgado la alcaldía solo con la abstención.

- Trabajaré para generar confianzas con estas fuerzas políticas de la oposición que en el fondo comparten el objetivo final de la independencia y exploraremos líneas de gestión desde el consenso, con acuerdos puntuales para alcanzar el estado del bienestar para nuestros ciudadanos.

-Habrá que poner orden en una parte del independentismo, la que ocupan formaciones y movimientos como PDeCAT, Junts per Catalunya, la Crida Nacional per la República y el Consell per la República, todos del entorno de Puigdemont. ¿Por su sintonía con el líder catalán se ve en los puestos de decisión del nuevo partido?

- No. Mi prioridad ha sido y es la ciudad de Girona, y el proyecto de ciudad que defiendo. Desde Girona, con una buena gestión, podemos aportar mucho no solo a nivel territorial sino también a nivel de país.

-¿La independencia debe alcanzarse desde la unilateralidad?

-Ahora no podemos fijar estos escenarios, es imposible. ¿Alguién sabe exactamente la línea por la que transcurrirá este camino a la independencia? No. Por lo tanto, tenemos que trabajar en la  línea de la unidad y ello nos facilitará encontrar la mejor fórmula para la gestión final de todo este proceso. Ahora desconocemos –y me incluyo- cuál será, pero sé que lo mejor es trabajar desde la unidad.

-¿Qué opinión le merece que la oposición vierta críticas por desatender Girona y dedicarse al ‘procés’ con calificaciones como ‘hooligan’ del independentismo?

-Está dentro de la lógica de una campaña electoral aunque, claro, no lo comparto. La oposición quiere demostrar que es incompatible gestionar la ciudad y trabajar para la mejor fórmula que el país puede tener para construir el estado del bienestar, que es la independencia. Pero ocurre todo lo contrario y las cifras lo demuestran. Girona ha reducido de forma sustancial el nivel de paro, con una caída del 50% en el número de personas desempleadas, ha mejorado la asistencia a las personas mayores, aumentado los usuarios culturales de la ciudad… Mi determinación en alcanzar este objetivo de la independencia ha restado muy poco tiempo a mi gestión municipal porque más bien se ha plasmado en actuaciones simbólicas.

-¿Cómo designar persona ‘non grata’ al rey Felipe VI o vetar al Ejército en la feria de oferta formativa y de educación Expojove?

- Son decisiones que responden a una cierta actitud pero en la práctica no ha restado tiempo a mi dedicación y compromiso con la gestión municipal. Una muestra es la frase que recibo de mis vecinos: “Alcaldesa, estás en todas partes”.

-¿No echa en falta la comodidad de disponer de una mayoría en el consistorio?

 - Puede sonar a tópico pero considero que la oposición enriquece si es constructiva. Queremos definir un plan de gobierno con las propuestas electorales porque es nuestro contrato con la población pero incluir aportaciones del resto de la oposición con consensos amplios para gobernar con fuerza desde la minoría, que es cómo siempre he gobernado –con excepción de poco más de un año en el anterior mandato en el que cerramos un pacto con el PSC- y que me ha permitido aprobar presupuestos y proyectos.

-¿Los males de Girona son la falta de vivienda asequible, la proliferación de pisos turísticos, la movilidad y la seguridad?

- ¿Podría mencionarme alguna ciudad que no tenga estos mismos problemas? No la hay, porque en el fondo son retos de país. Me preocupa especialmente la seguridad porque es lo que más angustia a los ciudadanos, pero en junio de 2020 ya tendremos 19 nuevos agentes de la Policía local -un 15% más- y todos al completo actuarán como policía de barrio. Y construiremos una subcomisaria en el barrio de Santa Eugènia y ultimamos un plan de videovigilancia.

-¿Y en vivienda?

- Es otro reto de país que no se puede resolver desde la municipalidad con los recursos limitados. Hay que abordarlo desde la Generalitat y el Estado, que además llevan 50  años de retraso porque no han hecho políticas de vivienda social efectivas. En Girona podemos contribuir poniendo suelo público a disposición de promotores y constructores del tercer sector para destinar los edificios a alquiler asequible y contribuir al dinamismo económico para construir más hoteles y residencias de estudiantes que permitan liberar pisos para familias.

- ¿Hay turismofobia en Girona?

- No podemos demonizar el turismo, porque es una actividad que genera el 8% del PIB y de la que dependen muchas familias. Pero hay que encontrar un equilibrio entre el visitante y el vecino, que no puede verse perjudicado por el turista incívico.

- Girona es la única capital catalana en manos de JxCat. ¿Es una gran responsabilidad?

-No me lo planteo en estos términos. El proyecto que hemos podido explicar a la ciudadanía es el que ha recibido más apoyos con diferencia y es una satisfacción, pero no una gran responsabilidad o hándicap porque además tras estas elecciones hay más capitales independentistas y ya no son nuestros adversarios en términos de país.

-¿Desde su escaño en el Parlament, en qué quiere ser decisiva?

-En la defensa del territorio desde una ciudad como Girona hablando con los 'consellers' para explicar nuestros retos y prioridades y encontrar muchas mejoras para el conjunto del país, algo que ya han hecho muchos alcaldes en el Parlament. A la vez, desde mi experiencia en el voluntariado para la igualdad, intentaré defender políticas de igualdad y luchar contra la violencia sexista y de género, que es una lacra contra la que nos tenemos que conjurar todos. Cuando ves estas nuevas corrientes retrógradas, delictivas, justificativas… te das cuenta de que no solo no está todo hecho sino de que queda muchísimo por hacer por la igualdad de género.

-Le abrieron varias investigaciones desde Fiscalía por su actuación durante y después del 1-O. ¿En qué fase se encuentran?

-Algunas ya se han archivado y siguen abiertas algunas de menor importancia, que siguen su curso judicial.

-La Fiscalía Anticorrupción investiga, en el marco de la operación Aquarium, un supuesto delito de malversación en Agües de Girona, Salt i Sarrià de Ter ¿Teme la resolución final?

-La investigación sigue y está bajo secreto de sumario. Es importante destacar que no es un problema de la gestión municipal porque justamente ésta el juez la ha derivado a una comisión judicial configurada por los tres ayuntamientos de Girona –como actuante-, Salt y Sarrià para que administremos la gestión del agua, lo que demuestra que no está en duda la labor municipal mientras finaliza la investigación y se determina si es sancionable penalmente o solo administrativamente. De hecho, los tres ayuntamientos estamos trabajando ya, poco a poco, en el diseño de la municipalización de la gestión del agua para poderla implementar dentro de un año.