10.000 "soldados pacíficos" en Estrasburgo

"La gente es resiliente y obediente, a veces más de lo que debería serlo. Esta gente, a veces pienso que los políticos catalanes y dirigentes de las asociaciones no nos la merecemos. Son verdaderos soldados pacíficos y desarmados de esta causa pacífica y colectiva", piropeó la dirigente de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), Elisenda Paluzie. "Se les dice que hay que votar, y van; se les dice que vayan a manifestarse a Estrasburgo, y van", abundó. Y así fue. Unas 10.000 personas acudieron al llamado del Consell per la República, ente dirigido por el 'expresident' Carles Puigdemont y el 'exconseller' Toni Comín, para captar la atención de la Unión Europea (UE).

Era el día de la festividad de 'Sant Procés', como apunta el santoral, y la procesión ocupó las puertas de la Eurocámara en Estrasburgo con 'estelades' y lazos amarillos. Sobresalían los rostros dibujados del 'exvicepresident' Oriol Junqueras y Puigdemont. El primero cumplía 607 días en prisión provisional. El segundo decidió no cruzar la frontera por el temor de ser detenido. 

Los manifestantes permanecieron durante más de cinco horas bajo un tórrido sol, equipados con el 'merchandising' de anteriores 'Diades', expectantes por la llegada de su "presidente legítimo". Pese a todo, asumieron su ausencia con orgullo y comprensión. "No podemos dejar que le detengan. Hace su trabajo fuera y no lo puede hacer encarcelado", comentaba uno de los congregados. 

La dirigente de la ANC levantó el ánimo a su 'ejército'. "Las batallas las jugaremos. Algunas las ganaremos y otras las perderemos. La independencia nos la ganaremos nosotros, no nos la regalará nadie", arengó desde el escenario a las filas que deambulaban de forma festiva.

Se sumó al clamor la vicepresidenta de Òmnium Cultural, Marina Llansana: "Lo volveremos a hacer. Todos y cada uno de los delitos que hemos cometido y que serán nada más que derechos y libertades, los volveremos a ejercer uno por uno". 

"Unidad" e "internacionalización"

El público respondió con euforia a las instrucciones, pero les recordó que pedían "unidad" para no entrar al terreno desorientados. Miembros del Consell paseaban con cajas de cartón para recaudar fondos para fomentar la "internacionalización" de su causa.

El 'president', Quim Torra, ejerció de telonero, ya que el suyo fue el primer audiovisual en un acto político que se alargó hasta dos horas. Un vídeo con parte del discurso del rey Felipe VI levantó abucheos e imágenes de los hitos del 'procés' enarbolaban a los desanimados.

Como lo más deseado siempre se guarda para el final, Puigdemont fue el último en intervenir. En una grabación a escasos metros de la concentración, les pidió que no desfallezcan y que sigan con su contienda. "'No surrender'" ("no rendirse nunca"), le replicaron.