Sánchez mima a Podemos: "Tienen derecho a estar en la Administración"

Pedro Sánchez, el pasado jueves en Bruselas.

Pedro Sánchez, el pasado jueves en Bruselas. / periodico

Juan Ruiz Sierra

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Tras una semana que comenzó mal para la investidura, con Pedro Sánchez Pablo Iglesias constatando en una reunión a solas sus diferencias sobre la composición del futuro Gobierno, el presidente en funciones buscó este viernes rebajar la tensión con los morados, la pieza sobre la que, en principio, bascula su reelección. La postura del presidente en funciones no ha cambiado. Sigue rechazando la entrada de Podemos en el Consejo de Ministros y solo ofrece cargos públicos intermedios. Pero Sánchez, en Bruselas, donde participó en el Consejo Europeo, señaló que los de Iglesias tienen "todo el derecho a estar en la Administración".

No es casual que el jefe del Ejecutivo se refiriera a la "Administración" y no al "Gobierno". Los socialistas evitan hablar del Ejecutivo porque no contemplan ceder ministerios, ni mucho menos vicepresidencias, como reclaman los morados, que este viernes defendieron la creación de una "vicepresidencia de sostenibilidad", centrada en el medio ambiente. En el entorno de Sánchez se tiene en mente puestos en empresas públicas, y también direcciones generales, sin llegar, al menos ahora, cuando la negociación acaba de comenzar, a las secretarías de Estado.

"Llevamos 12 meses gobernando con ellos", recordó Sánchez sobre Podemos. "Hemos sacado adelante la subida del salario mínimo, hemos recuperado la universalidad de la sanidad pública y hemos planteado unos Presupuestos que fueron rechazados por la derecha y los independentistas catalanes. Hay una agenda compartida de contenidos, de política y de políticas. Pero no contamos con una mayoría absoluta los dos solos, el PSOE y Podemos. Por eso planteamos un gobierno de cooperación en tres ámbitos. Uno, parlamentario, donde hemos calificado a Unidas Podemos como un socio preferente. Dos, un acuerdo programático, para poner en marcha todas aquellas cuestiones de avances sociales en los que podamos coincidir con ellos. Y tres, una cooperación institucional, donde lógicamente Podemos tiene todo el derecho a verse representado en el ámbito de la Administración pública. Es una propuesta razonable, sensata y ambiciosa. Espero contar con el apoyo de Podemos para la investidura", continuó Sánchez.

El papel del independentismo

Con los socialistas asegurándose el Gobierno de Canarias, gracias a un pacto con Podemos y otros partidos minoritarios, y teniendo al alcance de la mano el de Navarra, a través de un futuro acuerdo con Geroa Bai y Podemos que necesita también de la abstención de Bildu, se han disipado las posibilidades de que Coalición Canaria (CC) y Unión del Pueblo Navarro (UPN) se abstengan y faciliten la investidura de Sánchez. El PP y Ciudadanos no dan ninguna muestra de que se vayan a mover del 'no' al presidente en funciones, al contrario, pese a los continuos mensajes del PSOE apelando a su "responsabilidad". Así que todo parece depender de una abstención de ERC o Bildu. La portavoz parlamentaria, Adriana Lastra, se reunió con los primeros la semana pasada, y Gabriel Rufián explicó días más tarde que las conversaciones habían continuado y avanzaban. Con los segundos, los socialistas evitan tener contacto.

El presidente, mientras tanto, actúa como si no existiera la posibilidad de ser investido con la abstención de republicanos y aberzales. Por segundo día consecutivo, evitó contestar a la pregunta de si se sentiría "cómodo" siendo reelegido gracias a los independentistas catalanes, después de una campaña de las generales en las que repitió sin pausa que no eran "de fiar". De hecho, aprovechó esa pregunta para trasladar a Podemos su mensaje conciliador. Tampoco es casual.

Presión al PP y Cs

El resto de su comparecencia (solo la segunda que lleva a cabo en formato rueda de prensa desde que ganara las generales hace casi dos meses) discurrió por los cauces habituales: evitando anunciar una fecha de investidura y reclamando de nuevo la abstención del PP y Cs. 

"No lo voy a decir en Bruselas", señaló sobre el día en el que se celebrará el debate en el Congreso. Los socialistas insisten en que siguen pensando en la segunda o tercera semana de julio, pero no quieren comprometerses en público con una fecha hasta no tener más claro el escenario de pactos. Sobre todo, con Podemos.

"Los españoles han hablado muy claro. Quieren que haya Gobierno y quieren que lo lidere el PSOE. La alternativa, ¿cuál es? El bloqueo, la paralización. España no se merece estar paralizada. Es importante pedir a aquellos partidos que hablan mucho de estabilidad y sentido de Estado que lo ejerzan y faciliten la investidura", concluyó el líder socialista.