POR SER HIJO DEL EXPRESIDENT

El fiscal denuncia trato de favor a Oriol Pujol por ser hijo del 'expresident'

Oriol Pujol, entrando esta noche en la prisión de Brians 1.

Oriol Pujol, entrando esta noche en la prisión de Brians 1. / periodico

J. G. Albalat

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El fiscal se ha opuesto a la semilibertad otorgada por la junta de tratamiento de la prisión de Brians 1, en Sant Esteve de Sesrovires, al exdiputado Oriol Pujol, condenado a dos años y medio de prisión por el cobro de comisiones ilegales. En su escrito remitido al juzgado de vigilancia penitenciaria, el ministerio público  sostiene que el expolítico ha recibido un "trato privilegiado", cuando lo "único excepcional" en este caso es que es hijo del expresident Jordi Pujol, que fue miembro "destacado durante muchos años del partido fundado por su padre y que dicho partido es antecedente directo del que actualmente gobierna en la Generalitat".

En un duro alegato, el fiscal Javier Faus detalla que "a ningún ciudadano del país se le escapa" que la concesión inicial del tercer grado penitenciario a Oriol Pujol (únicamente iba a la cárcel a dormir) y, tras su revocación, permitir que salga de la cárcel a trabajar y a participar en actos de voluntariado "se debe a la decidida voluntad de la Administración de que el interno permanezca el mínimo tiempo posible en prisión". En su opinión, esta decisión es "poco respetuosa" con las resoluciones judiciales, pues se le otorgó al exdiputado este nuevo estatus (aplicación del artículo 100.2 del reglamento penitenciario) una semana después de la anulación del tercer grado que le había concedido la Generalitat. Desde el pasado 3 de junio, el expolítico puede salir del centro de lunes a sábado de 8 a las 22 horas.

Codicia y avaricia

La fiscalía insiste en que el delito cometido por Oriol Pujol es de "especial rechazo social" y que la conducta del exdiputado fue "muy grave", ya que nos encontramos con un caso de corrupción política. A eso hay que añadir, según el ministerio público, que le fue denegada en su día la suspensión de la pena de prisión, al tomar en consideración que el expolítico se aprovechó de sus cargos en su propio beneficio y que no fue una acción aislada, sino que perduró en el tiempo. Actuó de esta forma, detalla, "por mera codicia y avaricia".