VISTO PARA SENTENCIA

Los 10 momentos clave del juicio del 'procés'

Manuel Marchena, Oriol Junqueras, Josep Lluís Trapero y Xavier Melero.

Manuel Marchena, Oriol Junqueras, Josep Lluís Trapero y Xavier Melero. / periodico

Ángeles Vázquez

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Con medio centenar de sesiones celebradas el juicio del ‘procés’ quedará visto para sentencia esta semana con la última palabra de los acusados que quieran hacer uso de este derecho. En función de eso el juicio se habrá prolongado 52 o 53 jornadas. En ellas la vista oral ha permitido conocer episodios menos conocidos, como la mediación del lendakari, Iñigo UrkulluIñigo Urkullu, o la advertencia de los Mossos a Carles Puigdemont sobre el riesgo de violencia si no se desconvocaba el 1-O. También ha dado pie a un sinfín de anécdotas, muchas de ellas por el presidente del tribunal, Manuel Marchena, que gracias al juicio se ha convertido en la cara más visible de la justicia. Los 10 momentos que mejor reflejan el juicio son:

1. Violencia

En los juicios lo habitual es que la fiscalía pida una condena y la defensa, la absolución. En el juicio del ‘procés’ se ha vivido una situación algo más atípica al acusar la Fiscalía por rebelión y la Abogacía del Estado, por sedición. Esa divergencia apenas se ha notado durante todo el juicio hasta el pasado día 4, cuando la primera calificó de "golpe de Estado" lo ocurrido en Catalunya y la segunda dedicó gran parte de su informe a negar que hubiera suficiente violencia para sostener la acusación fiscal en vez de para defender la condena que a su vez propone por sedición y malversación.

2. Del político al acusado

Durante el juicio los acusados han pasado de ser diputados autonómicos a nacionales y hasta europeos. Al menos en el caso del líder de ERC, Oriol Junqueras, pendiente de que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre su última petición de salir de prisión para acatar la Constitución, trámite necesario para ser eurodiputado. Fue el encargado de abrir el turno de los acusados y optó por la peor opción para defenderse de una acusación: contestar solo a su abogado, lo que hizo que sus palabras parecieran más propias de un mitin que de una sala de vistas. El contraste lo puso el ‘exconseller’ Joaquim Forn, que en una estrategia opuesta respondió a las acusaciones. Él también está pendiente de un permiso, pero para viajar a Barcelona a recoger el acta de concejal.

3. Sin discutir con los testigos

El tribunal optó por separar de la campaña de las generales a los testigos que habían tenido responsabilidad en el Gobierno. El expresidente Mariano Rajoy, la exvicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y el exministro de Interior Juan Ignacio Zoido declararon los primeros. Con ellos, Marchena puso los límites: las partes solo podrían preguntarles por lo planteado por la parte que los propuso y no se podía entrar a discutir con ellos. También les repreguntó para que el testigo no se perdiera en explicaciones. Rajoy contestó así a si Urkullu había mediado entre él y Carles Puigdemont

4. Vídeos

Lo que más protestas ha levantado entre las defensas ha sido que el tribunal no dejara ver vídeos a medida quedeclaraban los testigos para destacar las contradicciones que les atribuían. Marchena acordó que todas las grabaciones se verían en la prueba documental durante dos días seguidos. De esta modo zanjó la discusión que mantuvieron Jordi Pina, abogado de Jordi Sànchez, y el coordinador del 1-O, Diego Pérez de los Cobos, a cuenta de las cargas policialesDiego Pérez de los Cobos,. Marchena propuso al letrado ser él quien declarara si se empeñaba en contar lo que supuestamente veía en los vídeos en vez de en preguntar al testigo.

5. Votantes frente a policías

Las dos formas en que se vivió lo ocurrido en Catalunya el 1-O se vieron con los votantes, que hasta dijeron poder reconocer el sonido que provocan las porras al golpear las cabezas, y los policías y guardias civiles, que describieron las "caras de odio" que vieron en los concentrados en las operaciones que realizaban por orden judicial.

6. La pregunta de Marchena

Manuel Marchena apenas ha utilizado la prerrogativa propia del presidente de un tribunal para preguntar a los testigos. Pero la que hizo acababa de impedir que la fiscalía se la hiciera al mayor de los Mossos Josep Lluís Trapero en relación con la reunión mantenida el 28 de septiembre en la que la cúpula del cuerpo advirtió a Puigdemont del riesgo de violencia que había si no desconvocaba el referéndum. El ministerio público no podía preguntar "por más hábil que sea el interrogador, y más disposición que tenga el testigo", porque Vox, que lo había propuesto, no le había preguntado por ello. 

7. Vox

Vox no ha sabido sacar partido de ejercer la acusación popular durante el juicio y eso que se han vivido dos campañas electorales. Su papel solo se ha salvado porque propuso a ciertos testigos, como Rajoy o Trapero, y porque no hubo ninguno de los de la defensa que no dijera que le contestaba "por imperativo legal". Hasta tal punto que un día Marchena tuvo que replicarles que en un juicio se contestaba a todas las partes "por imperativo legal". Los primeros se negaron a contestar por "voluntad democrática y antifascista". Fueron los exdiputados de la CUP Antonio Baños y Eulàlia Reguant que acabaron siendo multados y denunciados.

8. Catalán

Vox se ha esmerado en no pronunciar en catalán ni las palabras habituales en esa lengua, como "mossos" o "Generalitat". Eso ha contrastado con los testigos empeñados en declarar en catalán, pese a que esa prerrogativa fuera de Catalunya solo está pensada para los acusados. Entre ellos figuró el exdiputado de ERC Joan Tardá o un abogado de Manresa, que provocó malestar el tribunal por su forma de plantearlo.

9. Amarillo

La acusación protestó por el uso de símbolos amarillos por los acusados, pero el tribunal apeló a la jurisprudencia de Estrasburgo que equipara los símbolos ideológicos con los religiosos. Ha tenido gracia ver cómo el público compatibilizaba mariposas amarillas, con grandes bolsos de este color o bufandas. Lo que no se ha permitido son camisetas con la leyenda de "presos políticos". Quienes la llevaban tenían que quitársela o eran expulsados.

10. Estrasburgo

Las defensas del ‘procés’ nunca han negado que sus esperanzas no están puestas en el Supremo, sino en la justicia europea. Quizá por eso Marchena también tiene muy presente el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. El pasado día 4 contestó a los abogados con los 30 minutos que el tribunal de Estrasburgo concede a las partes para hacer sus alegatos finales cuando pedían tener más tiempo.