Sánchez: "O gobierna el PSOE o gobierna el PSOE"

Pedro Sánchez

Pedro Sánchez / periodico

Juan Ruiz Sierra

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Casi un mes y medio después de haber ganado las elecciones generales, y tras recibir el encargo del Rey de intentar formar Gobierno, Pedro Sánchez por fin habló. El presidente en funciones anunció este jueves que quiere que España tenga un Ejecutivo a pleno rendimiento "cuanto antes", un propósito para el que apeló no solo a Unidas Podemos, que en principio es su socio preferente, sino también al PP y a Cs. "Los españoles quieren que gobierne el PSOE. No hay alternativa. O gobierna el PSOE o gobierna el PSOE. No hay otra alternativa. Todos debemos actuar con altura de miras, con enorme dosis de responsabilidad", dijo en la Moncloa.

Sánchez tiene previsto reunirse la semana que viene con Pablo Casado, Albert Rivera Pablo Iglesias para explorar sus posibilidades. Los dos primeros ya han anunciado que no piensan apoyarle ni abstenerse, y el secretario general de Podemos continúa exigiendo un Gobierno de coalición, posibilidad que los socialistas, con distintas intensidades, han venido rechazando en los últimos tiempos. Los socialistas, en este sentido, tienen pocas esperanzas depositadas en que los líderes del PP y Cs cambien de actitud, pero sí creen que los morados pueden rebajar sus exigencias.

Tras esta primera ronda, habrá otros contactos con los grupos minoritarios, pero "en otro formato", subrayó el presidente. Es decir, que con los partidos pequeños, necesarios para su reelección si conservadores y naranjas evitan facilitar la investidura, no será Sánchez quien lleve las conversaciones sino alguno de sus principales colaboradores. Probablemente la vicesecretaria general, Adriana Lastra, o el secretario de Organización, José Luis Ábalos.

Sin juicios previos

Sánchez, que no ofrecía una rueda de prensa en España desde el pasado 15 de febrero, cuando anunció el adelanto electoraleludió entrar en las posiciones de partida del PP, Cs y Podemos. Tampoco aclaró cuándo piensa presentarse a la investidura, una cita que los socialistas fijan en la primera mitad de julio. "Es lógico que antes de una conversación todos fijen posición. Unos diciendo que no, otros pidiendo entrar en el Gobierno. Entiendo todos los planteamientos. Pero es importante comprender que no hay alternativa distinta a la del PSOE. Tenemos el doble de diputados que la segunda fuerza. Las cuatro principales fuerzas parlamentarias tenemos que facilitar la investidura", pidió el presidente en funciones, que dijo que el encargo del Rey para "liderar España", ese "gran país", era un "honor" que había recibido "con responsabilidad y con una enorme gratitud a la confianza del pueblo español".  

El líder socialista desgranó los ejes de lo que pretende que sea esta legislatura "de cuatro años". Quiere "construir grandes consensos, dialogando con todas las fuerzas políticas dentro del marco constitucional", porque el país "debe avanzar con justicia social" y "todos" deben contribuir para que "se constituya el Gobierno cuanto antes". Los asuntos más importantes a tratar, dijo, serán "la transición ecológica, la digitalización de la economía, la lucha contra la desigualdad y el fortalecimiento del proyecto europeo".

El laberinto navarro

Más allá de la gobernabilidad de España, Sánchez buscó rebajar el pulso con los socialistas navarros, que intentan gobernar la comunidad foral mediante un pacto con varias fuerzas que necesita también la abstención de Bildu, algo que la dirección del PSOE rechaza. "El PSOE y el PSN tenemos la misma posición. Con Bildu no se acuerda nada. Nosotros no vamos a pactar con Bildu", señaló el presidente, que no aclaró si la abstención a su investidura que ofreció el miércoles Unión del Pueblo Navarro (UPN) pasaría también por facilitar que la derecha gobierne en la comunidad foral.