JxCat se aferra a Puigdemont para intentar tapar el batacazo en las municipales

Carles Puigdemont

Carles Puigdemont / REUTERS / YVES HERMAN

Fidel Masreal

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El 'expresident' y cabeza de cartel de JxCat en las europeas, Carles Puigdemont se ha convertido en la principal baza, por no decir la única del espacio anteriormente conocido como Convergència i Unió. El batacazo anoche tenía un nombre: la ciudad de Barcelona. La ciudad que hace tan solo cuatro años estaba en manos del convergente Xavier Trias, deja ahora a Junts per Catalunya en penúltima posición, solo por encima del PP. Un fracaso absoluto sin paliativos, al que hay que añadir el peso casi inexistente de la formación posconvergente en el área metropolitana. Un fracaso en un partido que sí ha sido algo siempre es municipalista. Un fracaso además en beneficio del principal rival independentista, ERC. El único aplauso de la noche, fue el que se produjo al ofrecerse los datos de las europeas en Catalunya -victoria del 'expresident'-, con gritos de "¡Puigdemont president!".

Puigdemont compareció en Bruselas felicitándose por el resultado en una comparecencia en Bruselas junto a Toni Comín y Clara Ponsatí. "Entraremos en el Parlamento europeo, les diremos buenos días, somos los del 1 de octubre y hemos ganado las elecciones en Catalunya", proclamó. "Hemos derrotado a Borrell", subrayó destacando que el independentismo ha rozado el 50% de los votos.

Sin autocrítica...en público

La número dos por Barcelona de JxCat, Elsa Artadi, hizo una escasa autocrítica. Se felicitó por la victoria de Puigdemont y felicitó también al futuro alcalde, Ernest Maragall, pero le puso recados: "Entendemos que ERC y Ernest Maragall ha concentrado el voto útil por el cambio, estamos contentos de que al menos haya este cambio, que haya un alcalde independentista y que haya un gobierno 100% independentista".  "Nos hemos puesto a disposición para ayudar en lo que haga falta", explicó en relación a la conversación telefónica mantenida con Maragall.

A medida que se iba conociendo el escrutinio de las elecciones municipales, los candidatos en Barcelona preferían hablar del magnifico resultado del 'expresident' que del suyo propio, para el que recetaban mucha prudencia. El silencio entre los pocos simpatizantes se imponía a medida que se iban reflejando datos de los resultados municipales en toda Catalunya. "Hemos perdido la centralidad y el discurso, no hay proyecto", se lamentaba un concejal que perdió su cargo en un destacado municipio metropolitano. "Hemos de reflexionar a fondo", es el mensaje que más repetían unos y otros, tanto diputados en el Paralament como candidatos en ciudades importantes. Incluso en los feudos de Girona o Sant Cugat del Vallès los resultados no invitaban a la euforia.

Algunas voces críticas con la estrategia rupturista de Puigdemont subrayaban que en municipios con un alcalde que ha hecho un discurso más convergente clásico, el partido ha aguantado sin dejar de asumir el "desastre". Es el caso de Martorell, que no presentó batalla como JxCat. O de Reus, Lloret (que aguanta) e Igualada (donde se retrocede pero se sigue en primera posición).

Se admite que se impone una reflexión que será más dura si JxCat pierde alguna de las cuatro diputaciones provinciales. En la catarsis se pondrá sobre la mesa el papel de la Crida de Puigdmeont, del PDECAt, la estrategia a seguir -rupturismo o pactismo- y el líder que ha de encabezar la nueva etapa.