Casado vuelve a pedir lealtad a los críticos

El pasado sábado, en un mitin en A Coruña, a pocos metros de Alberto Núñez Feijóo, Pablo Casado pidió una tregua a sus compañeros. Les dijo que no era el momento de análisis profundos sobre el desplome en las generales, porque el 26 de mayo los españoles vuelven a votar y no hay tiempo que perder. Los días previos, tanto el presidente de Galicia como el de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y también el líder de los populares vascos, Alfonso Alonso, habían hecho sus diagnósticos. Habían lamentado que la nueva dirección hubiera olvidado las políticas de centro y se hubiera obsesionado con Vox. Casado tomó nota y prometió abandonar el proceso de derechización del partido.

Sin embargo, pese a ese volantazo anunciado por el líder del PP y ese ruego de paz interna, esta semana tanto Feijóo como Alonso, especialmente, han reincidido en subrayar los errores que han llevado al partido a caer de los 137 a los 66 escaños. El político gallego se mostró el jueves muy crítico en una entrevista en la radio y abundó en los fallos cometidos. Lanzó varias perlas en menos de 20 minutos en las ondas: "No hemos sabido decirle a la gente que nosotros no somos Vox", "no hemos mandado los mensajes fuerza que nuestro partido manda normalmente en las campañas electorales" y "le hemos regalado una parte de nuestro espacio a Ciudadanos diciendo que es un partido de centroizquierda".

Este viernes, al borde del Ebro a su paso por Zaragoza, Casado hizo una metáfora hídrica y afirmó que los ríos se parecen a los partidos, "discurren a veces más altos, a veces más bajos", pero al final, gracias a ellos, se llega, "remando en la misma dirección", al "buen puerto". "Nosotros sabemos cuál es el buen puerto: la prosperidad de todos los españoles", exclamó para cerrar el mitin en la ciudad aragonesa. (El partido no pasa su mejor momento en Zaragoza. En la provincia, el 28 de abril el PP cayó de tres a un diputado y perdió los tres senadores que tenían. Es decir, de tener seis representantes a uno). 

Alonso también ha estado muy activo en los medios de comunicación y ha insistido durante varias jornadas en que Casado ha hecho un partido "pequeño" por mirarse tanto en Vox y tiene que "incorporar referencias de centro". 

Rajoy, contemporizador 

Al bajar del estrado del mitin, Casado pudo ver en su móvil que, mientras volvía a reclamar cierre de filas, el excoordinador general del partido Fernando Martínez Maillo, 'sorayo' y apartado esta legislatura del Congreso al Senado, le había lanzado una pulla. "Nosotros somos un partido de centro-derecha, y la hemos liderado siempre. El PP es mucho más que Génova", afirmó en referencia a que los actuales inquilinos de la sede conservadora, muchos aznaristas, representan solo una parte de las tendencias que habían acogido hasta ahora las siglas del partido.

Maillo pronunció estas palabras en un acto electoral en Zamora, donde reapareció Mariano Rajoy en campaña. El expresidente del Gobierno evitó cualquier crítica a su sucesor y se mostró contemporizador. "El PP siempre ha estado en el mismo sitio y en el mismo sitio hemos ganado elecciones y, en otras ocasiones, las hemos perdido. Somos una gran fuerza política, el mayor partido de España, formamos parte del Partido Popular Europeo. Nuestra forma de gobernar es conocida por la gente, porque ya lo hemos hecho en muchos municipios. También muchos años en esta comunidad [Castilla y León]. Y siempre en las circunstancias más difíciles”, declaró ante la prensa antes de subrayar la gestión de las crisis de 1996 y 2008.

Rajoy hizo oídos sordos a la pregunta de los periodistas sobre si representa a la “derechita cobarde”, como dice habitualmente Vox. “El PP está ahora en el futuro, se lo hemos escuchado al presidente [Pablo Casado]”, aseguró.