ERC pide "valentía" a Sánchez para abordar el conflicto catalán

ERC trata de desafiar a la aritmética. Los republicanos, que siguen en el mayor estado de euforia de su historia reciente, son conscientes de que, del mismo modo que han obtenido un resultado sinpar que les ha permitido doblegar al PSC y al voto útil, estos guarismos no garantizan una capacidad de influencia mayor de la que contaban. Es más, a poco que se descuiden su influjo puede tender a cero.

Ante esta paradoja, los republicanos tratan de sondear si Pedro Sánchez, más allá de su bien ganada fama de superviviente en mil reyertas políticas, cuenta también con instintos de estadista. Es decir, tratan de descubrir si es uno de esos políticos que se salen de las dinámicas meramente electorales y tratan de solucionar problemas de profundo calado. El catalán, para más señas.

Y es que, desde la óptica de los republicanos, tan cierto es que el PSOE puede incluso gobernar en solitario con un leve empujón en forma de abstención en la investidura, como que el 28-A ha vuelto a poner sobre la mesa que el conflicto catalán está vivo. Que el electorado no se desmoviliza, al contrario. Y que hay serias sospechas de que incluso se amplía la base.

De los 48 diputados elegibles en Catalunya, 22 son de fuerzas independentistas. Y 29, la suma de los siete ‘comuns’, defienden la celebración de un referéndum de autodeterminación. Todo ello con una participación que ralló el 80% y en una campaña cuyo principal y único ‘leit-motive’, era la llegada o no de un gobierno de derechas que incluía a un partido ultra.

Ante este panorama, entienden en ERC, la presunta pérdida de influencia puede plasmarse, por ejemplo, en una debilidad para negociar partidas de un Presupuesto General del Estado. Pero sostienen Sánchez no puede esconder bajo la alfombra , ni pasarse cuatro años silbando, ante un problema así. Habrá que separar el día a día de la cuestión de fondo, desea ERC que le pide, lo hizo ayer la portavoz Marta Vilalta, "valentía".

Esa fue la primera reacción, como quien dice en caliente, la noche electoral, del líder extramuros de ERC, Pere Aragonès. Exhortó el vicepresidente del Govern a Pedro Sánchez a sentarse a negociar para solucionar el conflicto, auqnue seguramente lo hizo todavía entonces en la creencia de que los 15 diputados republicanos serían claves para la formación de Gobierno.

La portavoz de ERC, Marta Vilalta, señaló en la tradicional rueda de prensa de valoración de resultados que "nadie puede hacer caso omiso a lo que es un hecho, y es que el mapa de Catalunya es hoy amarillo, y ningún demócrata puede obviar esto", ha recalcado Vilalta, que le ha pedido a Sánchez valentía para "salir del inmovilismo" y crear "una mesa de diálogo". La vicesecretaria cree demostrado que los catalanes prefieren una “estrategia de diálogo” que no el “bloqueo”.

De hecho, según la portavoz, después de los resultados, entiende ERC “que la pelota está en el tejado de Pedro Sánchez. Es quien ha ganado y quien tiene que mover pieza".

El número dos de ERC en la lista al Congreso, y candidato efectivo dada la situación judicial de Oriol Junqueras, Gabriel Rufián, se refirió a los acuerdos postelectorales y a la posibilidad de que Sánchez, en lugar de buscar los apoyos de Podemos y de las fuerzas independentistas, prefiera negociar con Ciudadanos.

"Le pedimos a Sánchez -dijo Rufián- que escuche el clamor de sus militantes en la sede de Ferraz, y esperamos que no traicione sus siglas y a sus votantes, que no pacte con el Ibex 35”. Y sentenció:”Que tome nota de lo sucedido el 28-A y se siente a dialogar con nosotros".

El segundo nivel de análisis es, claro está, la competencia con Junts per Catalunya. Los resultados cantan y es obvio que los republicanos consolidan su papel de referente independentista en Madrid, merced a la duplicación de escaños y votos con respecto a la posconvergencia. Eso sí, nadie en ERC da por amortizado al puigdemontismo y ni tan solo esperan que los #PressingERC en busca de listas conjuntas cesen.

Y eso que parte de la euforia republicana nace, asimismo, por la demostración palmaria de que la multiplicidad de listas mejora las expectativas del independentismo. Hasta alcanzar, de hecho, el casi el 40% del voto (en unas elecciones generales), y 1,6 millones de votos.  

De todo ello se nutrió el mensaje que el propio Junqueras mandó a la militancia como felicitación recíproca del triunfo. “Estamos muy felices y contentos" por la victoria de ERC, afirma Junqueras en el texto. Y añade: "Vamos por el buen camino pero ahora toca consolidar el voto útil independentista y de izquierdas. Ahora es justo cuando todo empieza", ha subrayado Junqueras.