CITA CON LAS URNAS

Los presos de ERC y JxCat pugnan por el voto útil

Oriol Junqueras y Raul Romeva en una videoconferencia, en un acto en Cambrils

Oriol Junqueras y Raul Romeva en una videoconferencia, en un acto en Cambrils / periodico

Júlia Regué / Xabi Barrena

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Los encarcelados en el Centro Penitenciario de Soto del Real (Madrid) han entrado de lleno en la campaña electoral para dar un golpe de efecto. Con las autorizaciones de la Junta Electoral Central que les permiten celebrar contadas ruedas de prensa y mítines, los candidatos de ERC JxCat han recuperado tiros de cámara y micrófonos para ganarse a los 300.000 catalanes que, según el CEO, dudan entre la papeleta republicana y la posconvergente. Unos minutos de presencia mediática que han sabido exprimir para afianzar su liderazgo y llamar al voto útil. Al de cada cuál. 

El candidato de JxCat, Jordi Sànchez, tomó ayer las riendas del discurso de su formación ante un Carles Puigdemont desaparecido del foco mediático y para sofocar las idas y venidas de algunos dirigentes del partido. En una rueda de prensa organizada por la Agència Catalana de Notícies, en esta segunda ocasión con el plano cerrado y dejando fuera del marco el retrato del Rey (a diferencia de con la Agencia Efe) y la apuntalada bandera española, trató de sobreponerse al debut de Oriol Junqueras en la misma sala. 

Si el republicano había pedido a los catalanes que el 28-A no se equivoquen de papeleta y elijan la suya. Sánchez enfatizó que el voto que más podría beneficiar a los presos es el posconvergente. "Quien crea en el referéndum, en la libertad, en abrir las prisiones y las fronteras y en acabar la judicialización, que sepan que todo irá mejor si JxCat es fuerte tras el 28-A", espetó.

Semilla, dique y herencia

En plena disputa por la hegemonía independentista y con las encuestas en contra, Sànchez erigió a JxCat como "semilla de la unidad", dique contra un nuevo 155 y la extrema derecha, y heredero del "espíritu del 1-O", un último mensaje que combinó con la exigencia de un nuevo referéndum, eso sí, esta vez sin fijar plazos: "El debate no es qué día ni qué mes, lo que queremos es desbloquear la situación. No queremos quedarnos atrapados en una fecha concreta", aseguró, mostrándose convencido de que el PSOE asumirá una consulta sobre la independencia tarde o temprano si el soberanismo se aúna. Una reflexión que compartieron en las filas republicanas, que creen que "no solo es posible, sino imprescindible" medir el apoyo al desanclaje de Catalunya del resto de España en las urnas.     

El también dirigente de la Crida, que rehuyó hablar de escenarios postelectorales, sí se atrevió a asegurar que no facilitará un gobierno de la triple derecha; un extremo con el previamente ya se había comprometido Junqueras. Coincidieron en rehusar que el 28-A se dispute entre Pedro Sánchez y un gobierno de derechas, se mostraron convencidos que si suman el PSOE preferirá una alianza con Ciudadanos y situaron el debate ante las urnas en "1-O o 155, represión y judicialización".

Efecto dinamizador

En las bases de ERC la aparición de Junqueras en campaña tiene un efecto dinamizador. Además. los republicanos  ven como los posconvergentes se acercan a sus postulados y ya no hablan de unilateralidad. "Vimos un gigante inmenso", sonreía Gabriel Rufián. La pasión del líder y cabeza de lista desde aquella pequeña sala de la prisión madrileña se repitió este domingo, esta vez junto a Raül Romeva, en un mitin en Cambrils (Tarragona). 

Intercalándose en las intervenciones, los cabezas de lista republicanos al Congreso y al Senado trataron de inocular orgullo a sus simpatizantes. "Es cierto que vamos a un ritmo [hacia la independencia] más lento de lo que querríamos, pero nunca, nunca, nunca nos rendiremos", dijo el 'exconseller' de Exteriors, y, al igual que Sànchez, avisó de que ni han tirado ni tienen ninguna intención de tirar  la toalla. 

El mismo mantra repitió el candidato de JxCat por Tarragona, Josep Rull, quien avisó desde su primer mitin a distancia, dirigiéndose explícitamente a Pedro Sánchez, Pablo Casado y Albert Rivera, de que no renunciará al 1-O, ni pedirá nunca perdón por ello, "porque es patrimonio del pueblo de Catalunya".