cita con las urnas

Casado calcula que si logra el 23% de los votos será presidente

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undefined47676689 presidential candidate for the spanish conservative people s190408133023 / AFP

Pilar Santos

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“Estoy como una moto”, les dice Pablo Casado a sus colaboradores para animarles y para animarse. El hipercandidato de esta campaña, el que condensa tres días en uno solo, el político que asegura que lleva 120.000 kilómetros a sus espaldas desde que fue elegido líder del PP, en julio, cree que es posible que su partido acabe despegando y las derechas, sumando. Pero necesita "un empujón": que su partido suba "entre unos cuatro puntos" y obtenga el 23% de los votos. Lejos quedan las cifras de antes de Vox, cuando los populares se movían cómodamente por encima del 30%: en las generales del 2011 obtuvieron el 44,62% de las papeletas y en 2016, el 33,27%.

Casado vive pendiente, como todos sus contrincantes, de los ‘trackings’, esas encuestas casi diarias que los políticos encargan para saber en qué punto está su campaña y cómo afectan sus discursos al ánimo de los electores. En estos momentos, según fuentes del PP, esos sondeos internos les colocan esta semana en torno al 19% de votos, muy lejos del PSOE (30%). Ciudadanos y Podemos se mueven entre el 12% y el 13% y Vox sobre el 11%. La conversión en escaños, continúan esas fuentes, no es nada halagüeña para ellos. La suma de las derechas no daría la cifra mágica de 176, para imponerse a Pedro Sánchez. No hacen la llamada ‘cocina’ para traducir cada ‘tracking’ a diputados, pero calculan que Casado no pasaría de los 80 diputados, Albert Rivera rondaría los 50 y Santiago Abascal, los 20. En cambio, si ese 19% de papeletas creciera hasta el 23%, explican en su equipo, el reparto de parlamentarios por el sistema d’Hondt cambiaría el panorama y el PP podría alcanzar los 110 escaños y sumar con Cs y Vox. 

Contra la "tormenta perfecta"

En el cuartel general de Génova defienden la derechización del partido que ha llevado a cabo Casado. Se muestran contundentes a la hora de defender los duros ataques contra Sánchez por sus pactos con los independentistas catalanes y Bildu. “A él también le llaman ‘trifachita’, incapaz, Salvini [por el radical ministro italiano] e incluso le gritaban ‘asesino’ en 2004 [por Irak]”, explican fuentes del PP. “Son matices de la campaña”, responden cuando se les recuerda que Juan José Cortés, candidato popular en Huelva, ha llegado a asegurar que el líder socialista se sienta en la mesa con “pederastas”. Este miércoles, en Palma, Casado comparó el incendio de Notre Dame con los "destrozos" que puede hacer el PSOE  si sigue en la Moncloa. "Evitemos que arda esa prosperidad, esa libertad. Evitemos que se destruya todo lo que construimos con tanto esfuerzo", exclamó. 

Sus asesores argumentan que si tuviera un tono más moderado, “en vez de caer por debajo de 100 escaños, se habría desfondado hasta los 30” porque, entre Vox y Ciudadanos, Casado ha tenido que proteger a un PP “zombi” de la “tormenta perfecta”.