ELECCIONES VALENCIANAS

La Comunitat Valenciana, por libre pero a rebufo de Sánchez y del CIS

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Nacho Herrero

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El pasado 4 de marzo el president Ximo Puig cumplió su deseo de singularizar el calendario electoral de la Comunitat Valenciana pero para ir a rebufo de Pedro Sánchez y del CIS. Y no arranca mal.

La apertura de la campaña en un acto con Puig y José Luis Ábalos ministro valenciano de Fomento y mano derecha de Sánchez simboliza esta dualidad. La encuesta que el Centro de Investigaciones Sociológicas hizo público este jueves daría la razón al secretario general del PSPV, que casi treinta años después volvería a ser el partido más votado en unas autonómicas. Obtendrían un 30,9% de los votos y entre 33 y 36 escaños, frente a los 23 que en 2015 le valieron para liderar el Govern del Botànic, con Compromís y Podem.

Puig rentabilizaría tanto el dialogante perfil presidencial que se ha trabajado estos cuatro años como la subida general del PSOE ante el miedo a una triple alianza de derechas tanto en Madrid como en València.

Compromís, al ataque

El adelanto del president fue una afrenta para Compromís y Mónica Oltra, con la que había construido una relación de confianza en la que se ha basado la solidez del ejecutivo. La coalición siempre ha sido partidaria de un calendario propio pero nunca imaginó que se estrenaría junto a unas generales, la cita en la que peor se defiende.

Pero el CIS no le va mal a Compromís, y más teniendo en cuenta que suele ser un partido infrarrepresentado en las encuestas. Le convierte en el segundo partido de Les Corts con entre 17 y 18 escaños, uno o dos menos que los que tiene ahora. Podrían incluso gobernar los dos partidos solos. Aún hay más porque Pedro Sánchez podría necesitar a sus diputados en Madrid para no necesitar a los independentistas lo qu le daría una posición de fuerza.

Además, la decisión unilateral de Puig da a Compromís un margen crítico de maniobra en la campaña y, sobre todo, habilita a Oltra para aspirar a la presidencia si suma con Unides Podem EUPV más diputados que el PSPV.  Pero el CIS lo ve imposible porque la confluencia de Podem y Esquerra Unida se queda muy lejos de los trece diputados morados en 2015. Con el desconocido catedrático Rubén Dalmau al frente estaría entre 7 u 8 diputados. Eso sí, ya han anunciado que esta vez pedirán entrar en el ejecutivo.

Descalabro del PP

A la derecha, la encuesta despeña el Partido Popular de Isabel Bonig. De primer partido a tercero, de 31 diputados a no más de 19. La lideresa ha llevado con dignidad y fuerza los cuatro amargos años de oposición y, al menos, ha fortalecido su posición interna. De cumplirse los pronósticos su suerte dependerá también de la situación en la que quede Pablo Casado.

Agitado por el huracán centralizador y anticatalanista de Toni Cantó, Ciudadanos subiría entre tres y seis escaños hasta poder disputarle al PP el liderazgo de la oposición.

El actor se adelantó al previsible discurso de VOX y reduce el margen de crecimiento del partido ultraderechista, aunque superaría con soltura la barrera del 5%  y tendría 5 ó 6 escaños con el desconocido profesor de derecho José María Llanos al frente. Eso sí, si el CIS erra, los tres partidos de derecha ya han anunciado que habrá pacto a la andaluza.