INVESTIGACIÓN DE UN PRESUNTO SEGUIMIENTO IRREGULAR

La Fiscalía desmiente que uno de sus miembros espiara a Puigdemont

Puigdemont cancela videoconferencia

Puigdemont cancela videoconferencia / periodico

ACN

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La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha desmentido el supuesto espionaje del Fiscal Carlos Bautista Samaniego a Carles Puigdemont.

Según se había argumentado en un primer momento, Bélgica había aportado una investigación sobre el dispositivo de seguimiento instalado en el coche del 'expresident' Carles Puigdemont que incluía como sospechoso al fiscal Bautista. 

En ese sentido, Fiscalía ha asegurado que la presencia del Fiscal Carlos Bautista Samaniego en Bruselas, durante los días 28 a ‪31 de enero‬ del pasado año, "se enmarcó en las actividades del Proyecto Europeo JUPITTER (Judges Prosecutors Involved in Tackling Terrorism) de lucha contra el Terrorismo en el que la Fiscalía Española participa siendo su representante el mencionado Fiscal".

La fiscalía belga ha rechazado confirmar o desmentir si durante aquellos días mantuvo alguna reunión con miembros de la fiscalía española. "No haremos comentarios sobre este tema", ha zanjado un portavoz del ministerio fiscal belga. Fuentes de la Audiencia Nacional han indicado, por su parte, que las reuniones sobre el caso de Puigdemont se realizaron en el marco de Eurojust, un organismo de cooperación judicial con sede en La Haya. "Hablar siempre se puede hablar", se han limitado a decir sobre si se habrían producido otros encuentros. Preguntados directamente por las investigaciones belgas que apuntan al fiscal Samaniego, fuentes de la fiscalía española han afirmado que no les consta "nada" en esta línea y niegan "taxativamente" cualquier "actuación irregular".  Samaniego ha rechazado atender las preguntas de la agencia ACN.

Antecedentes

Los hechos que investiga Bélgica se remontan a la última semana de enero del 2018. El Parlament de Catalunya debía investir a Puigdemont el 30 de enero. El 22 de ese mes, el líder de JxCat havía salida de Bélgica por primera vez para ir a Copenhague. La Guardia Civil y la Policía Nacional intensificaron los controles de las fronteras para interceptar a Puigdemont si este intentaba regresar a Catalunya para asistir en persona al pleno de investidura. El día 27, el Tribunal Constitucional puso condiciones a la investidura. Al día siguiente, 28 de enero, el fiscal de la Audiencia Nacional Carlos Bautista Samaniego tenía una habitació reservada, hasta el al día 31, en un céntrico hotel de Bruselas, según la investigación policial.

Tras meses de trabajo, la policía belga determinó que esta estancia de Samaniego podía estar relacionada con la operación de espionaje descubierta tan solo unos días después, el 7 de febrero: el día en que el mosso Lluís Escolà detectó la primera baliza bajo el parachoques del Renault Espace en el que viajaba el 'president'. Al día siguiente agentes de la policía federal belga descubrieron una segunda baliza en el motor de otro de los coches de Puigdemont, un Renault Laguna.

Informe del Parlamento belga

Que este espionaje fue presuntamente irregular o extraoficial se desprende también del informe del comité del Parlamento belga sobre el caso, y del que ACN ha tenido conocimiento a través de fuentes próximas al texto. Este comité es el encargado de supervisar las tareas de los servicios de seguridad del Estado belga. Y es que si bien las investigaciones policiales apuntan hacia un espionaje español, los diversos elementos descubiertos por los belgas abren la puerta a que no se trate, de hecho, de una misión oficial y reconocida por el Estado.

Desde la policía belga consideran que las balizas, "de material de alta calidad", fueron colocadas por "profesionales entrenados” que podrían haber trabajado, a la vez, con otros cómplices "amateurs discretos". Por ejemplo, los investigadores belgas se sorprenden que un equipo capaz de colocar balizas dentro de dos coches de Puigdemont lo siguieran, a la vez, físicamente por las calles de Bruselas --y en una de las ocasiones, siendo detectado por el propio equipo de Puigdemont--.

Balizas, tarjetas SIM y un hotel

El análisis de las dos balizas localizadas y la actividad de las tarjetas SIM que habían estado en contacto, que llegaban hasta ocho, permitió a los investigadores determinar que habría habido al menos seis dispositivos: tres LISA-U200 fabricados por la empresa suiza Uno-blox AG y tres móviles Alcatel OT 1016G de TCL. Algunas tarjetas SIM se utilizaron en más de un dispositivo, según las investigaciones.

De estas tarjetas SIM, todas con número británico, los investigadores belgas destacan una llamada que podría ser un posible error de los responsables del seguimiento, probablemente mientras todavía hacían pruebas. Se trata de una breve llamada de uno de los números investigados a la centralita de una cadena de hoteles de Bruselas, el mediodía del 1 de febrero, y que consideran que "demostraría sin duda" que la cadena tiene relación "con quienes hicieron colocar las balizas". La cadena de hoteles es la que alojaba, durante varios días de aquella semana, el fiscal Bautista Samaniego, así como supuestamente también el empresario español, el hombre que la policía belga relaciona con el Ministerio de Justicia y tres informáticos. En algunos de los casos, dormían en habitaciones consecutivas.  La policía belga redujo la lista de posibles sospechosos de los centenares de huéspedes de los hoteles hasta solo estos seis.

Pero la jueza encargada del caso tumbó recientemente la petición de la defensa de Puigdemont de exigir explicaciones sobre la estancia del fiscal español y el resto de potenciales responsables del espionaje en no ver suficientes indicios de culpabilidad, una cuestión que ahora está pendiente de un nuevo recurso, segundos ha podido saber el ACN. La magistrada tampoco aceptó revisar el origen de las balizas a través de las empresas distribuidoras, al considerar que habría pocas opciones de encontrar los compradores.

Espionaje cuando no había euroorden

Se da la circunstancia que estos seguimientos se hicieron cuando sobre Puigdemont ya no pesaba ninguna orden europea de extradición y entrega. La primera, emitida por la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela el 3 de noviembre del 2017, fue retirada por el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena el 5 de diciembre siguiente, a pesar de mantener la orden de busca y captura dentro del estado.

La fiscalía pidió reactivar la euroorden el 22 de enero, cuando se confirmó que Puigdemont haría su primer viaje fuera de Bélgica, en concreto en Dinamarca. Pero Llarena lo descartó, y el ministerio público dijo que lo volvería a pedir cuando se dictara la interlocutoria de procesamiento. Por eso, el magistrado del Supremo reactivó la petición europea el 23 de marzo del 2018, el mismo día que comunicó a los investigados la interlocutoria de procesamiento, que ponía fin a la instrucción. Aquel día estaba citada la secretaria general de ERC, Marta Rovira, pero no se presentó a la cita y marchó a Suiza. Buena parte del resto de investigados, como Jordi Turull, Josep Rull, Carme Forcadell, Raül Romeva y Dolors Bassa, fueron encarcelados preventivamente, justo el día antes de que hubiera la segunda votación al Parlamento para investir Turull como presidente de la Generalitat. Dos días después, Domingo de Ramos, Puigdemont fue detenido por la policía alemana cuando entraba en el país procedente de Finlandia en coche.

Entonces se especuló si el coche en el que Puigdemont volvía de Finlandia, pasando por Suecia y Dinamarca, llevaba una baliza, pero algunas fuentes dicen que se lo localizó a través de la señal del teléfono móvil de alguno de sus acompañantes, o incluso siguiendo físicamente y a través de las cámaras de las autopistas el coche del presidente que salió de Bruselas para irlo a buscar. Finalmente, aquella euroorden también fue retirada a principios de julio después de que Alemania, Suiza, Escocia y Bélgica volvieran a dificultar la entrega de los políticos independentistas exiliados.