CITAS CON LAS URNAS

Conspiración moderada

Carles Campuzano y Marta Pascal

Carles Campuzano y Marta Pascal / JOAN MATEU PARRA

Daniel G. Sastre

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Si uno piensa en una conspiración política, se imagina reuniones secretas en sitios oscuros, persecuciones tratando de despistar a la policía, discursos apasionados una vez todo está ya en marcha. Pero la de Marta Pascal y Carles Campuzano es una conspiración, si lo es, amable, discreta, moderada incluso en las formas. Este lunes, en la Casa del Llibre del paseo de Gràcia, el único estrépito lo produjo una pila de libros al caerse cuando un asistente al acto buscaba un punto de apoyo.

Y eso que allí estaban reunidos varios de los principales opositores internos a Carles Puigdemont en el espacio posconvergente. La excusa era la presentación del libro de Campuzano, que deja el Congreso después de 23 años sirviendo a las diferentes siglas de Convergència en este tiempo. Pero esa afluencia, esa expectación que dejó pequeña la sala, solo se explica porque los moderados del partido llevan unos días amagando con romper por fin lazos con el ‘expresident’. “Catalunya no puede estar dirigida desde Waterloo”, dijo por ejemplo Pascal hace unos días.

Pero la conspiración moderada de los convergentes tiene sus ritmos. Y el acto de este lunes no estaba marcado en el calendario en rojo: el nombre de Puigdemont ni siquiera se citó. Solo una frase, la última del acto, permitía intuir al oyente acostumbrado a las sutilezas de la Convergència de toda la vida que algo pasaba. Llegó después de que Campuzano, que se ha quedado fuera de las listas de JxCat, subrayara la importancia de contar con “mayorías indiscutibles”, renegara de la unilateralidad y defendiera la necesidad de preservar la cohesión social en Catalunya. “Existe la necesidad evidente de una fuerza política tranquila, serena, que ponga la independencia o la autonomía al servicio de estos objetivos”, dijo el autor de ‘Reimaginem la independència’ (Catarata).

Solo esa frase enlazó con la idea de la escisión que dejó caer Pascal –otra de las defenestradas por Puigdemont- hace unos días, en el sentido de que promover una nueva formación política “podría ser una opción”. Si alguno de los presentes, entre los que se encontraban los ‘exconsellers’ Jordi Baiget y Lluís Recoder, y el actual líder del PDECat David Bonvehí, esperaba algo más concreto, debió de saberles a poco.

El estilo de Puigdemont, en cambio, es más directo. Tras las palabras de Pascal, el domingo la acusó de “pasear su dolor por los diarios” y de apostar por “la política de siempre”. Y el vicario del ‘expresident’ en la Generalitat, Quim Torra, también la reprendió: “Catalunya se dirige desde Palau”. Este lunes la conspiración moderada, si es que existe, ejerció de nuevo con templanza y no les respondió.