ALISTAMIENTO DE LA POLICÍA PRESIDENCIAL

El Gobierno juzga "aberrante" el perfil ideológico de la guardia de Torra

Celaá califica de 'aberrante' que el Govern cree una división supuestamente 'ideológica' de los Mossos.

Celaá califica de 'aberrante' que el Govern cree una división supuestamente 'ideológica' de los Mossos. / periodico

Juan Ruiz Sierra

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La revelación de que Presidència de la Generalitat lleva días examinando a 152 miembros de los Mossos d’Esquadra para que formen parte de una futura guardia de Quim Torra concitó este viernes un inusual consenso del PSOE con el PP y Cs, que llevan meses enfrentados por la crisis territorial. Todos cargaron contra la inédita iniciativa, publicada en exclusiva por EL PERIÓDICO, que se lleva a cabo de espaldas a la propia cúpula de la policía catalana y que, hasta el momento, ha logrado atraer, en buena parte, a agentes con un acreditado perfil independentista, algo que no ocultan en las redes sociales.

"Es aberrante", dijo el Gobierno. La titular de Educación y portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, no suele usar expresiones muy contundentes en sus comparecencias, pero esta vez, tras el Consejo de Ministros, al ser preguntada, cargó con mucha dureza contra la medida impulsada por Torra, que ni siquiera fue respaldada por sus socios de ERC, y exigió al Govern que rindiera cuentas en el Parlament.

"Ningún grupo policial puede trabajar tras una sombra de perfil ideológico –señaló Celaá-. El requerimiento básico de la policía es la neutralidad política. Sería aberrante. No lo podemos contemplar".

"Lo primero que hay que hacer es pedir explicaciones al Govern, que aclare en el Parlament si está pensando en una operación de esta naturaleza. Vamos a esperar sus explicaciones, pero resulta evidente que no puede haber filtros ideológicos en ningún cuerpo policial. Tienen que trabajar cumpliendo la ley", continuó la portavoz, que no quiso entrar en si el Gobierno teme que Torra esté preparando el terreno para crear un cuerpo paralelo ante nuevos episodios de unilateralidad, en la estela de lo ocurrido durante el otoño del 2017, ni en qué situación quedarían estos agentes en el hipotético caso de que se volviera a aplicar el artículo 155 de la Constitución o la ley de seguridad nacional para poner límites a las competencias autonómicas. Según fuentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, estos agentes seleccionados por Presidència de la Generalitat también quedarían bajo las órdenes del Gobierno central.

La seguridad de Puigdemont

La convocatoria para formar el grupo policial a las órdenes de Torra, que según los planes de Presidència podría llegar a estar formado por 270 agentes en un régimen laboral que, según sospechan fuentes de los Mossos d'Esquadra, incluye trabajar siete días seguido y librar otros siete, coincide con un momento en el que son cada vez mayores los problemas para encontrar voluntarios que quieran viajar a la localidad de Waterloo, donde reside Carles Puigdemont, para prestar seguridad al 'expresident'.

Desde Ciudadanos, su presidente, Albert Rivera, se detuvo primero en este hecho para señalar al Ejecutivo socialista por su supuesta pasividad e incluso connivencia con el independentismo, dando a entender que la futura guardia del 'president' también podría ser utilizada para desplazarse a Bélgica. "Me avergüenza que el Gobierno de España permita que haya mossos en sus horas libres sirviendo a un prófugo de la justicia. ¿Se imaginan a un guardia civil protegiendo al 'Dioni' cuando se fugó? Me parece surrealista que tengamos a mossos protegiendo a Puigdemont", dijo el candidato naranja a la Moncloa, informa Iolanda Mármol. Después añadió: "Espero que el Ministerio del Interior se asegure de que esos mossos van a servir a la ciudadanía y no sean la guardia pretoriana de Torra".

Las comparecencias

El partido de Rivera, a través de su líder en Catalunya, Inés Arrimadas, pidió la comparecencia del 'president' en el Parlament para que rinda cuentas de su polémica iniciativa. El PSC optó por solicitar que la 'consellera' de Presidència, Meritxell Budó, y el 'conseller' de Interior, Miquel Buch, dieran explicaciones en la Cámara catalana. También el PPC reclamó la comparecencia de Buch.

Pero el líder de los populares, Pablo Casado, cuyo partido se encuentra implicado en un nuevo escándalo por la llamada "policía patriótica" que actuó durante el Gobierno de Mariano Rajoy (con Jorge Fernández Díaz como ministro del Interior) para entre otras cosas destruir a Podemos, no hizo declaraciones sobre este asunto. En su lugar, la diputada autonómica Esperanza García consideró que se trataba de un "escándalo", una "evidente guardia pretoriana hecha a medida".

Podemos optó por el silencio. Su dirección, consultada por este diario, no quiso entrar a valorar la noticia, informa Miguel Ángel Rodríguez.