SU MARIDO SE UNIÓ AL ESTADO ISLÁMICO EN EL 2014

La española que intentó unirse con sus hijos a DAESH en Siria, cárcel y sin custodia

Dolores Hidalgo ha mostrado su conformidad con el escrito de acusación y se le ha reducido la condena

La sede la Audiencia Nacional, en Madrid.

La sede la Audiencia Nacional, en Madrid. / periodico

El Periódico / Agencias

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La mujer de Murcia juzgada este jueves por la Sección Cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha admitido ante el tribunal que intentó viajar a Siria siguiendo a su marido y llevando consigo a sus cuatro hijos menores de edad para unirse al grupo terrorista DAESH, al que ya pertenecía, y ha aceptado una condena de cinco años de prisión, tiempo durante el que perderá la custodia de los niños.

En una breve sesión en la que ella -Dolores Hidalgo, nacida en Murcia en el 1980- se ha limitado a mostrar conformidad con el escrito de acusación y policías y peritos a ratificar los informes que sustentaron su detención y posterior procesamiento, la Fiscalía ha rebajado su petición inicial de condena, nueve años de cárcel por pertenencia, y ha solicitado que sean cinco por un delito de integración en organización terrorista.

El marido, que se marchó a Siria en el 2014 y tras entrenar como combatiente acabó desempeñando tareas de seguridad interna en el califato, también está procesado en la misma causa, aunque en paradero desconocido. Los investigadores presumen que pudo fallecer en el 2015, pero ella seguía preparando el viaje para reunirse con él o al menos, tener calidad de viuda de combatiente con lo que eso suponía en zona de Estado Islámico.

De hecho, ella se habría marchado antes, pero tenía problemas para conseguir el pasaporte del más pequeño de los hijos en ausencia de su padre, como ha recordado la fiscal cuando ha elevado a definitivas sus conclusiones.

"Mi león me reclama, pero yo hasta diciembre no tendré el pasaporte del pequeño de mi hijo", escribió Hidalgo en un grupo de Whatsapp al que tuvieron acceso los investigadores y en el que comentaba cosas sobre su afán respecto de los niños.

Propaganda terrorista

En este tiempo, mantuvo conversaciones en redes sociales con otras mujeres españolas, con las que se coordinaba "de forma estrecha para desarrollar una continua actividad de difusión de material acerca de la organización terrorista, defendiendo y propagando su ideario y acciones violentas, así como compartir información necesaria para desplazarse al territorio ocupado en Siria, contraer matrimonio con combatientes y eludir la acción policial".

Algunas de las mujeres que participaban en estas conversaciones simplemente simpatizaban con los postulados del DAESH, pero otras llegaron a asegurar que sus maridos se encontraban ya en las filas del grupo en el califato.

En todos los chats la acusada hizo "manifestaciones públicas de adhesión", apoyó y ensalzó "la actividad de la organización terrorista publicando, sin restricción, contenidos idóneos para difundir y promover acciones terroristas y de las organizaciones que las ejecutan, y para humillar a las víctimas y para la captación y adoctrinamiento de otros miembros de la organización, llegando a editar y difundir sus propios contenidos audiovisuales".

"Actitud captadora" sobre sus hijos

En el escrito del fiscal se muestra la "actividad captadora y proselitista" llevada a cabo por la acusada sobre sus propios hijos. Al mayor, que tenía 15 años cuando Hidalgo fue detenida, le prohibió afeitarse la barba y respaldó que se uniese a la peña futbolística radical 'Los Matadores de Tetuán', conocida por exhibir símbolos del Estado Islámico. A su hija de siete años la tapó "de arriba a abajo", como ella misma anunció a sus contactos en redes enseñándoles la foto de la niña cubierta con un velo integral.

Los niños llevan bajo protección del servicio de menores de la Generalitat Valenciana desde que la madre fue detenida cuando se disponía a hacer el viaje, y allí seguirán, de acuerdo a las fuentes jurídicas consultadas, ahora que ella ha aceptado una condena que acarreará, de ser confirmada por la Sala, la pérdida de la custodia.