VÍA DECRETRO LEY

Andalucía anuncia el fin del impuesto de sucesiones

Juan Manuel Moreno Bonilla

Juan Manuel Moreno Bonilla / periodico

Julia Camacho

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Era una de las medidas estrella del acuerdo de gobierno entre PP y Ciudadanos en Andalucía, y una de las demandas más reclamadas durante las dos últimas legislaturas por la oposición, que hizo campaña pública y recogió firmas para tal fin. Dos meses después de su llegada a la Junta de Andalucía, el presidente autonómico Juan Manuel Moreno Bonilla ha anunciado la bonificación al 99% del impuesto sobre sucesiones y donaciones por encima del millón de euros. Una decisión que aprobará el próximo martes 9 de abril el Consejo de Gobierno vía decreto ley, que deberá ser convalidado por el Parlamento.

La supresión en la práctica del impuesto afectará a las herencias entre cónyuges, padres, hijos y nietos (primer y segundo grado), pero sobre todo tendrá impacto en el capítulo de donaciones entre parientes, ya que las previsiones apuntan a que con la bonificación saldrán a la luz más operaciones de las que se contabilizaban oficialmente. Las estimaciones de la Consejería de Hacienda apuntan a que esta medida tendrá un impacto de 38 millones de euros, a computar en varios ejercicios, y beneficiará a unos 10.000 contribuyentes andaluces.

Vía urgente

La fórmula finalmente escogida para llevar a cabo su promesa estrella será la del decreto ley, una formula habitual para medidas urgentes y que deberá ser convalidada en el plazo de un mes por el Parlamento. Es decir, coincidiendo con las elecciones generales y la precampaña para las elecciones municipales del próximo mes de mayo. En la cámara encontrarán el rechazo de una oposición que cuestionará la necesidad y urgencia de una medida que beneficia al escaso porcentaje de población con las rentas más elevadas.

No obstante, desde el ejecutivo andaluz creen que este trámite no supondrá obstáculo alguno ya que contarán con el <strong>apoyo de Vox</strong>, dado que es uno de los puntos incluidos en el acuerdo a dos entre conservadores y ultraderechistas. Moreno, de hecho, ha justificado su puesta en marcha como una forma de seguir el ejemplo de otras comunidades para frenar el éxodo fiscal a territorios con menor presión impositiva y atraer inversiones que coticen en la comunidad andaluza gracias a la eliminación de un “impuesto injusto y limitador del desarrollo”.

En este sentido, y durante su intervención en un desayuno coloquio organizado por el diario Sur en Málaga, el presidente andaluz consideró un “reto” de la legislatura la reforma fiscal que pretende, con la bajada masiva de impuestos que comprometió en la pasada campaña electoral de diciembre. Es más, se mostró convencido de que para que la economía regional funcione “es necesario hacer una gran reforma fiscal”. No obstante, ha reconocido que Andalucía “no es una isla” y que todo dependerá del comportamiento de la economía nacional e internacional.

Moreno Bonilla sí ha dejado claro cuál es el espejo en el que mirarse, subrayando que su objetivo es que la comunidad tenga la misma presión fiscal que Madrid. Un objetivo que ya aparecía recogido, por ejemplo, en el acuerdo de investidura entre PP y Vox. Así, ha adelantado que “muy pronto habrá noticias con respecto al impuesto de transmisiones y al tramo autonómico del IRPF”. También ha defendido la necesidad de un nuevo modelo de financiación autonómica que “equipare a Andalucía con sus necesidades reales”, abogando por incrementar los fondos que llegan a la región y porque haya un modelo “equilibrado y justo para todas las comunidades autónomas donde podamos hacer un ejercicio de desarrollo de nuestras competencias con normalidad”. Andalucía está “está mal financiada”, ha dicho recogiendo el guante de la demanda de su predecesora, Susana Díaz, ya que el “mal acuerdo” de hace años y la ley de financiación autonómica han supuesto “un menoscabo de fondos” para la comunidad.